En medio de una temporada marcada por la incertidumbre climática y los efectos de la sequía, productores de San Dimas y Pueblo Nuevo encontraron un verdadero respiro gracias al respaldo del gobernador Esteban Villegas Villarreal.
Con la entrega directa de 100 toneladas de semilla de avena en cada municipio, más de 300 familias están sembrando esperanza y productividad en sus tierras justo cuando las lluvias empiezan a beneficiar al campo duranguense.
Apoyos reales
Estos apoyos no llegaron tarde ni se quedaron en promesas. Fueron entregas puntuales, con logística eficiente y contacto directo con las comunidades que más lo necesitaban.
En San Dimas, se cubrirán alrededor de 800 hectáreas de siembra, mientras que en Pueblo Nuevo se beneficiará de forma directa a cientos de productores que ya están listos para trabajar sus tierras.
Lo dice la gente
Para María Zamudio Hernández, habitante de Veracruz de la Sierra, en San Dimas, esta entrega representa más que solo avena.
“La semilla de avena mejora bastante al ganado. Yo lo veo como una gran ayuda para la comunidad, sí ayuda mucho”, compartió con una sonrisa de alivio.
Llegan justo a tiempo
Gilberto de la Cruz Delgado, presidente de la Asociación Ganadera de Pueblo Nuevo, fue claro: “Definitivamente son muy importantes. Estos apoyos nos ayudan muchísimo aquí en la sierra… llegan justo a tiempo”.
Y no es cualquier frase. En el campo, el tiempo lo es todo. Sembrar antes o después puede significar éxito o pérdida total.
Inversión con visión
Estas entregas no son acciones aisladas. Son parte de una estrategia integral que incluye también:
Bordos de abrevadero.
Presas de mampostería.
Genética ganadera.
Programas de inseminación artificial.
Todo con el objetivo de fortalecer el hato ganadero, reducir el impacto del cambio climático y evitar que las nuevas generaciones abandonen las actividades agrícolas por falta de oportunidades.
Desde El Brillante
Miguel Ángel Ávila Márquez, del ejido El Brillante, confirmó que recibió 200 kilos de avena subsidiada.
“Son buenos programas. Están llegando en buen momento y que siga lloviendo para que haya mucha agua”, expresó con esperanza.
Cada kilo sembrado es una inversión en el presente y futuro del campo duranguense.
Impacto colectivo
José Nieves Ruiz, originario del poblado San Luis de Villa Corona, San Dimas, también aplaudió esta iniciativa.
“Sí nos beneficia. Está muy bien, es algo que nos favorece a todos. Nos ayuda para lograr el grano. Que siga apoyando al municipio y a todos los municipios por igual”.
El mensaje es claro: estos apoyos sí funcionan y sí son parejos.
Pequeños productores cuentan
Amalia Cortez González, del ejido San Antonio y Anexos, subrayó un punto clave: el apoyo también llega a quienes tienen poco.
“Nos ayuda con la economía del campo, para tener forraje para nuestros animales. Tengo poquitos y esto es de mucha ayuda. Muchas gracias por su apoyo y que Dios lo siga bendiciendo para que nos ayude”.
Porque en el campo, aunque tengas cinco o cincuenta animales, el esfuerzo es el mismo. Y cada ayuda cuenta.
Productividad con sentido
Además del alivio inmediato, estas acciones apuntan a un modelo más sostenible, más justo y más humano.
El gobierno estatal está invirtiendo no solo en semillas, sino en dignidad, oportunidades y permanencia en el campo.
Contra la sequía
En regiones donde la sequía ha sido dura, entregar semilla a tiempo marca la diferencia entre sembrar o no sembrar, entre alimentar al ganado o venderlo, entre quedarse o migrar.
Estas toneladas de avena significan autonomía, alimento y producción local en una época donde todo cuenta.
Campo con futuro
El campo duranguense tiene futuro y lo está demostrando con cada programa que sí llega, sí sirve y sí transforma.
El gobernador Esteban Villegas ha dejado claro que su administración está comprometida con hechos, no solo con discursos.
Y en comunidades alejadas, donde antes se sentían olvidados, ahora se sienten respaldados.