Cuando se habla de política estatal muchas veces se piensa solo en discursos y debates, pero pocas veces se reconoce el verdadero motor que hace funcionar al Congreso: las y los trabajadores. Ernesto Alanís Herrera, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO), lo tiene claro.
En su primer encuentro con directores y jefes de área del Poder Legislativo, Alanís mandó un mensaje directo: unidad, cercanía y confianza son la clave para fortalecer la imagen institucional del Congreso de Durango.
Un Congreso cercano
El reto de esta nueva etapa es grande: la ciudadanía exige transparencia y resultados visibles. Alanís lo sabe y por eso pidió redoblar esfuerzos para mostrar un Congreso que trabaje de frente a la gente.
Lo interesante es que no se trata de un discurso vacío. Durante la reunión, realizada en la Sala Francisco Zarco, reconoció la experiencia y dedicación del personal administrativo, tanto sindicalizado como de confianza. En palabras simples: nadie se queda fuera, todos suman.
Equipo comprometido
La idea de Alanís se resume en algo muy sencillo pero poderoso: un Congreso fuerte se construye con un equipo comprometido. Cada trabajador es pieza fundamental para que las decisiones de las y los diputados se reflejen en la vida diaria de Durango.
Imagina un rompecabezas: si falta una pieza, la imagen queda incompleta. Esa es la lógica detrás de esta visión de trabajo colaborativo.
Confianza ciudadana
En un contexto donde la política enfrenta crisis de credibilidad, apostar por la confianza ciudadana es clave. Alanís recalcó que la buena imagen no solo depende de los discursos en tribuna, sino de cómo se atienden los procesos internos, la rapidez de respuesta y la cercanía con la gente.
Un Congreso transparente genera impacto real: más confianza, menos dudas, mayor participación ciudadana.
Más allá del escritorio
Algo que llama la atención es el tono fresco con el que Alanís planteó sus objetivos. Más que un llamado rígido, fue un mensaje que motiva a sentirse parte de un proyecto común.
Este estilo puede ser la diferencia entre un Congreso distante y uno que construya puentes con la sociedad duranguense.
¿Por qué importa?
La política no puede quedarse en lo institucional. La ciudadanía busca ver acciones reales que impacten su vida cotidiana. Cuando un Congreso se esfuerza en mostrar cercanía, manda el mensaje de que está dispuesto a escuchar y actuar.
Alanís no lo dijo con tecnicismos, pero lo dejó claro: el futuro del Congreso depende de la colaboración de todas las áreas.
Retos por delante
Durango enfrenta desafíos en temas como transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana. Consolidar un equipo que trabaje en sintonía es apenas el primer paso.
La clave será mantener este compromiso en el día a día, no solo en reuniones o discursos.