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Santos Laguna recibió al equipo de Mineros de Zacatecas en un partido que terminó sin goles en el Estadio Corona, con motivo de la jornada 6 de la Copa MX.
El técnico de Santos, Robert Dante Siboldi alineó un cuadro distinto al que venció a Cruz Azul, con ausencias notables como la de Néstor Araujo, Osvaldo Martínez, Jesús Isijara y el goleador Djaniny Tavares.
Aproximadamente a los 10 minutos de juego, Mineros se acercó por primera vez a la portería albiverde sin representar verdadero peligro. Cinco minutos después Santos buscaría el gol con un tiro libre que pasó rosando el arco que defendía Adrián Monreal.
Se vivía un partido atropellado en medio de faltas y entradas bruscas, por lo que no se mostraba mucho progreso.
El conjunto de la comarca apostó por la posesión de la pelota para ir al frente, mientras que Mineros se limitaba a buscar contragolpes. Sin embargo, el guardameta Carlos Acevedo reaccionó adecuadamente ante las escasas ocasiones que generaron los zacatecanos.
Los Guerreros no encontraban generar oportunidades claras de gol con Edwuin Cetré al frente durante los primeros 45 minutos. El marcador no se movió y ambos equipos se fueron al vestidor entre abucheos que la afición manifestó ante la falta de emociones.
Para el segundo tiempo, Dante Siboldi ajustó metiendo a Djaniny Tavares por el defensor Gerardo Arteaga, con la intensión de mejorar el ataque de su equipo.
Al minuto 55 Andrade recibió un balón filtrado que lo dejó solo frente al arquero Monreal y este atajó oportunamente con la cara. Un minuto después sería una combinación entre Tavares y Cetré, este último con una cómoda posición mandaría el balón al poste.
Posteriormente el dominio del encuentro se inclinaría por completo para el combinado verdiblanco, dado que los de Zacatecas no mostraban interés en salir de su propio lado del campo, hasta los minutos finales cuando perdió la timidez y comenzó a tocar la de gajos.
A pesar de la mejoría en el ataque de Santos no pudieron encontrar el gol, en gran medida por las acertadas intervenciones de Adrián Monreal. Al final del partido los 9,866 aficionados que se dieron cita en el Estadio Corona no pudieron festejar un gol de los Guerreros.
