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Diputados del PRI proponen sancionar retos virales peligrosos

Diputados del PRI proponen sancionar retos virales peligrosos para proteger a niñas, niños y adolescentes frente a estos desafíos digitales.

En pleno siglo XXI, donde las redes sociales dominan nuestras vidas y los jóvenes se han convertido en auténticos reyes digitales, surge una amenaza preocupante: los retos virales peligrosos. Estos desafíos no son simples juegos o bromas inocentes; pueden poner en riesgo la salud, la integridad física y hasta la vida de quienes los realizan. Por eso, diputados del PRI están tomando cartas en el asunto para frenar esta tendencia alarmante.

Noel Fernández Maturino, integrante del Grupo Parlamentario del PRI, presentó una iniciativa para reformar el Código Penal del Estado. ¿El objetivo? Tipificar como delito la incitación a participar en retos, competencias o pruebas que impliquen acciones riesgosas o consumo de sustancias nocivas para la salud.

¿Por qué legislar sobre retos virales?

Los retos virales han encontrado terreno fértil entre las juventudes porque, en esta etapa, el cerebro todavía está en formación. La corteza prefrontal —la parte encargada del pensamiento racional y la valoración de consecuencias— no termina de madurar sino hasta cerca de los 25 años. Esto explica por qué muchos jóvenes no calculan los riesgos reales antes de lanzarse a hacer locuras virales.

Además, las redes sociales premian lo impactante y escandaloso. Más seguidores, likes y reconocimiento virtual. Todo un cóctel que incentiva a participar en desafíos peligrosos solo por la fama efímera.

La iniciativa del PRI: protección y sanciones

La propuesta de Fernández Maturino contempla una pena que va de seis meses a seis años de prisión para quien, a través de redes sociales, tecnologías o incluso de forma directa, incite a otros a participar en estos retos peligrosos.

El foco está puesto en proteger a niñas, niños y adolescentes, quienes son las víctimas más vulnerables de este fenómeno. Y no es para menos: muchos retos virales han terminado en tragedias o daños severos.

Retos virales más peligrosos

Entre los ejemplos más preocupantes están:

  • Reto Benadryl: Consiste en consumir cantidades elevadas de este antihistamínico, lo que puede provocar convulsiones, daño cardiaco y hasta la muerte.

  • Rompe cráneos: Un reto violento donde la víctima puede sufrir golpes severos que provocan fracturas, hemorragias y daños cerebrales irreversibles.

  • Quien duerma el último, gana: Una competencia peligrosa que puede llevar a sobredosis y daños irreversibles, como la muerte cerebral.

  • Desafío de las 48 horas: Otro ejemplo de riesgo extremo que puede poner en jaque la salud física y mental.

Estos desafíos no solo impactan la salud física; también afectan emocionalmente a los jóvenes, su entorno familiar y social.

Caso reciente en Durango

Para ilustrar la gravedad, en Durango ocurrió un caso que puso en alerta a autoridades y expertos: dos adolescentes resultaron embarazadas por el mismo joven en el contexto de uno de estos retos virales. Este suceso no es aislado y demuestra que la problemática va más allá de la simple diversión.

Madres, padres, docentes y especialistas coinciden en que es urgente frenar esta ola que afecta seriamente a la comunidad estudiantil, especialmente en nivel secundaria.

¿Cómo afecta el cerebro joven?

El cerebro en desarrollo no procesa el riesgo igual que un adulto. Por eso, cuando un reto viral promete reconocimiento y aceptación social, la motivación puede superar la lógica y la precaución.

Esta vulnerabilidad sumada al ritmo vertiginoso de las redes sociales crea un caldo de cultivo para que se viralicen desafíos cada vez más peligrosos, sin que el mensaje de alerta llegue a tiempo.

Redes sociales y su rol

Las plataformas digitales tienen un poder inmenso para moldear comportamientos. Lo que es viral puede generar tendencias masivas en horas. Por eso, aunque la responsabilidad principal recae en los usuarios, es vital que las empresas tecnológicas colaboren en moderar contenidos que promuevan el riesgo.

Sin embargo, la solución no es sencilla. La viralidad depende de factores impredecibles, y la censura puede chocar con la libertad de expresión.

¿Qué propone la ley?

La iniciativa del PRI es clara: establecer límites legales y sanciones firmes para quien fomente estos retos. Esto incluye multas y prisión de hasta seis años. La idea no es criminalizar la juventud, sino protegerla de riesgos evitables.

El mensaje es contundente: la vida y salud de nuestras juventudes valen más que cualquier moda o tendencia digital.

Educación y prevención

Además de la ley, la prevención es clave. Las escuelas, familias y comunidades deben estar informadas y alertas sobre estos fenómenos. Educar sobre los riesgos reales y fomentar un uso responsable de las redes puede marcar la diferencia.

Hablar con los jóvenes, escuchar sus inquietudes y guiarlos hacia opciones más sanas es un trabajo conjunto imprescindible.

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