La VIII Ruta Ciclista Durango La Ochoa fue un auténtico convivio sobre ruedas. Desde muy temprano, más de 300 entusiastas del ciclismo se reunieron en las inmediaciones de la Estación Central de Durango para arrancar una jornada que combinó actividad deportiva, salud e integración familiar. El ambiente fue festivo, cercano y con una vibra que contagió a participantes y acompañantes a lo largo de todo el recorrido.
El espíritu de esta edición quedó claro desde el banderazo: se trata de una ruta que promueve el deporte, impulsa el turismo regional y fortalece la convivencia social, tres ejes que hoy marcan la diferencia en la construcción de comunidades activas, saludables y orgullosas de su territorio.
Autoridades
El banderazo de salida estuvo encabezado por autoridades municipales que respaldaron la logística y el propósito social del evento. Participaron el Presidente Municipal de Poanas, Armando García Meza; el Director del Deporte en el municipio, Alfredo Jeovanne Hernández Gamiz; y la Directora de Cultura y Turismo, Elda Margarita Macías García. Su presencia refrendó el compromiso con las iniciativas que fomentan el deporte, dinamizan el turismo y consolidan espacios de convivencia ciudadana.
Frase destacada
Durante el arranque, el alcalde Armando García Meza agradeció al Instituto Estatal del Deporte por su respaldo y a todas las instituciones involucradas, además de reconocer el trabajo de los equipos de seguridad que acompañaron la ruta. El mensaje fue directo: la coordinación interinstitucional hace posible una experiencia segura, ordenada y enfocada en el bienestar de las familias.
Ruta 100K
La ruta —de 100 kilómetros— unió a la comunidad ciclista con los paisajes de Poanas. Fue una edición especial al celebrarse muy cerca del Día Mundial del Turismo 2025, cuyo lema es “Turismo y Transformación Sostenible”. En este marco, la experiencia resaltó el valor de practicar ciclismo como motor de bienestar y también como herramienta para descubrir, disfrutar y cuidar el entorno.
Turismo sostenible
La Ruta Durango La Ochoa se alineó con los principios de turismo sostenible: uso responsable de los espacios, promoción de entornos seguros y difusión de atractivos locales. A ritmo de pelotón, las y los ciclistas disfrutaron de escenarios que invitan a volver, ahora como visitantes y embajadores de una región que apuesta por el deporte y el turismo responsable.
Participantes
La convocatoria reunió a gran parte de la comunidad ciclista de la región. El pelotón fue tan diverso como entusiasta, y demostró que la ruta es una cita imperdible en el calendario local.
Equipos presentes
Entre los equipos participantes destacaron: Correcaminos, Pedal Bike, Cuervos Bike, Linces, UPC, Cordillera, Luna Bike, Skeleton, Xtreme, Atascados Bike, Cochis Bike, Lobos Bike, Raptors, Ex Suchil, Bac y Baguiras Bike, por mencionar algunos. La variedad de clubes reflejó la amplitud del movimiento ciclista regional y el poder de convocatoria de esta ruta tradicional.
Convivencia
La jornada no solo fue un reto físico; también fue un espacio de convivencia familiar. A lo largo del recorrido se notó el apoyo de acompañantes, amigos y familias, lo que fortaleció el carácter inclusivo del evento. El ciclismo demostró, una vez más, que es una disciplina ideal para compartir, aprender y crecer en comunidad.
Ambiente familiar
Desde el arranque hasta el cierre, se vivió un ambiente familiar y festivo. Hubo sonrisas, fotos, palabras de aliento y momentos memorables que quedarán en el registro de quienes se atrevieron a completar los 100 km con enfoque de salud y bienestar.
Cierre festivo
Tras la meta, la localidad de La Ochoa, Poanas, recibió a las y los deportistas con una fiesta organizada para la ocasión. La música y la convivencia elevaron los ánimos, cerrando con broche de oro una mañana dedicada al deporte, al turismo y a la integración familiar. El cierre celebró el esfuerzo individual y colectivo, y subrayó el valor de cuidar y disfrutar el territorio desde el ciclismo.