El Auditorio del Pueblo vivió una de esas noches que quedarán grabadas en la historia del basquetbol duranguense. El enfrentamiento entre Reyes de Durango y Gallos de Aguascalientes no solo fue un juego de baloncesto, sino una verdadera batalla de resistencia que se extendió más allá de los 40 minutos reglamentarios. La victoria final de Reyes por 83-79 es sin duda una de las más intensas de la temporada CIBAPAC 2025.
Desde el inicio, el partido prometió emoción, pero lo que nadie esperaba era la épica que se desataría en el primer tiempo extra y, posteriormente, en un segundo tiempo extra.
El arranque de Reyes
Los primeros compases del juego fueron dominados por Reyes de Durango, que se hicieron con el control del primer cuarto con un 17-10 contundente. Durante el tercer cuarto, mantuvieron la ventaja, colocando el marcador 52-44 a su favor. Pero Gallos de Aguascalientes no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente.
La resistencia de los visitantes comenzó a ser más visible en el último cuarto, donde lograron igualar el marcador a 65-65, forzando la primera prórroga del partido. La tensión en el ambiente era palpable; cada jugada se vivía como una final y el nerviosismo de ambos equipos hizo que el espectáculo fuera aún más electrizante.
El primer tiempo extra
El primer tiempo extra fue un auténtico tiroteo de canastas. La cancha se convirtió en un escenario donde Reyes y Gallos intercambiaban golpes de manera imparable, con cada canasta siendo celebrada como si fuera la última. Los jugadores se entregaron al máximo, pero la historia seguía sin un ganador claro. La prórroga se alargaba, y se necesitaba más que solo habilidad para salir victorioso: se necesitaba carácter y resistencia.
El héroe del partido
En este tipo de partidos, siempre hay jugadores que se levantan por encima de los demás. En este caso, la figura indiscutible fue Dillon Smith. El jugador estrella de Reyes anotó 27 puntos cruciales, incluyendo triples que mantenían a su equipo en el juego cuando las cosas se ponían difíciles.
Brandon Reyna también fue una pieza clave en el triunfo, con 21 puntos que ayudaron a mantener la ofensiva fluida. Alex Holcombe completó el trío de héroes con 13 puntos, sumando solidez tanto en la ofensiva como en la defensa.
Pero el equipo de Reyes de Durango demostró que no solo se trata de individualidades. Iván López (10 puntos) y Eder Herrera (7 puntos) fueron fundamentales en los momentos más críticos del juego, mostrando sangre fría cuando la presión era máxima. El equipo dirigido por Joel “Sugar” Ortiz dejó claro que, aunque hay estrellas, su verdadera fuerza radica en la colectividad y el esfuerzo compartido durante los más de 50 minutos de juego.
Un mensaje de lucha
La victoria no solo se traduce en un triunfo en la tabla, sino en un mensaje claro: Reyes de Durango no se rinde. Esta victoria épica contra Gallos es la reafirmación de que el equipo tiene una identidad basada en la lucha y en la resistencia, algo que sus aficionados ya identifican como parte de su ADN. La pasión de su hinchada y el esfuerzo colectivo de los jugadores construyeron una historia que se sumará a las páginas más memorables del basquetbol duranguense.
Con esta victoria, Reyes no solo asegura dos puntos, sino que deja claro que es un equipo que pelea hasta el final y que su nombre está marcado en el campeonato de CIBAPAC 2025. El marcador final de 83-79 será recordado como una muestra de lo que significa nunca rendirse y luchar por cada victoria.
La importancia del carácter
Este juego no solo mostró el nivel deportivo de los equipos, sino que también dejó claro el carácter necesario para sobrevivir en partidos tan duros. La resistencia de Reyes de Durango y la entrega de su afición fueron las claves para superar la adversidad y llevarse una victoria que, en el fondo, habla mucho más que de simples puntos en la tabla: habla de un equipo que se rehúsa a perder.
Lo que se viene
Con este tipo de victorias, Reyes de Durango sigue sumando no solo puntos, sino también credibilidad y confianza. El equipo ahora se prepara para los siguientes enfrentamientos con la moral por las nubes, sabiendo que tienen el poder de sobreponerse a cualquier reto.
Este triunfo se convierte en una declaración de intenciones: Reyes no solo está en la competencia, está aquí para quedarse. Este 83-79 en dos tiempos extra se queda en la memoria como un reflejo de la fortaleza del equipo y de lo que significa ser parte de este proyecto que no tiene límites.