Las redadas migratorias realizadas en California el pasado 6 de junio han sacudido la comunidad latina, especialmente a los duranguenses que residen en tierras estadounidenses. El operativo llevado a cabo en el Distrito de la Moda de Los Ángeles, donde entre 44 y 50 personas fueron detenidas, ha sido ampliamente condenado por diversos sectores, tanto a nivel local como internacional. La diputada Verónica González Olguín, representante del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado de Durango, alzó la voz en contra de estos operativos y calificó las acciones como un abuso contra los migrantes.
¿Qué ocurrió en California?
El 6 de junio, una serie de redadas migratorias fueron ejecutadas en varias zonas de California, incluyendo el Distrito de la Moda en Los Ángeles. Entre los detenidos, al menos 11 personas eran de origen mexicano, lo que ha puesto nuevamente el foco sobre las políticas migratorias que afectan a la comunidad latina en Estados Unidos.
González Olguín expresó su indignación ante estos hechos, señalando que estos operativos no solo separan familias, sino que también siembran miedo entre las comunidades migrantes que, a pesar de vivir y trabajar en EE.UU., aún enfrentan una constante amenaza de deportación. La diputada resaltó que estas acciones no son aisladas, sino parte de una estrategia migratoria que, según ella, es “inhumana” y responde a la política implementada por el gobierno republicano de EE.UU., un gobierno que, para muchos, ve a los migrantes como una amenaza en lugar de reconocerlos como una parte vital de la economía y sociedad estadounidense.
La Voz de Durango en la Persecución
Verónica González Olguín, desde su puesto en el Congreso de Durango, ha tomado una postura firme en contra de lo que considera un abuso de poder. La diputada recordó que California alberga a más de un millón de duranguenses, muchos de los cuales viven en el estado desde hace décadas. Estos migrantes son, según González Olguín, una pieza fundamental en el desarrollo económico de la región, especialmente en áreas como la agricultura y los empaques de productos para la exportación.
Para la diputada, las redadas no solo afectan a las personas detenidas, sino a sus familias, que son separadas bajo circunstancias que, en su opinión, son completamente injustas. Además, subrayó que, aunque el gobierno de California, liderado por el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha criticado fuertemente estos operativos, la administración federal continúa con una política de persecución que no respeta los derechos humanos más básicos.
El Papel de las Autoridades Locales
Un punto que ha generado controversia es el hecho de que, aunque la policía de Los Ángeles no participó directamente en las detenciones, su colaboración con el FBI ha sido vista como una forma de habilitar estos operativos. El jefe de la policía de Los Ángeles, en un comunicado, explicó que la policía local solo asistió para proteger a los agentes federales, quienes fueron los responsables de llevar a cabo las detenciones. Para muchos, este tipo de colaboración entre fuerzas locales y federales refuerza el sentimiento de desconfianza y temor en la comunidad migrante, que ya vive con la constante preocupación de ser deportada.
Una Política Migratoria Cruel
La diputada González Olguín no dudó en calificar estas redadas como parte de una "política migratoria cruel y temeraria", que, en su opinión, pone en peligro la integridad personal y familiar de los migrantes. En un país que se proclama defensor de los derechos humanos, ¿cómo puede justificarse el uso de estos métodos de persecución? La pregunta es pertinente, sobre todo porque, como señaló González Olguín, se trata de una política que criminaliza a aquellos que buscan una vida mejor para ellos y sus familias.
En este contexto, la diputada hizo un llamado claro al Gobierno de México para que, de una vez por todas, asuma su responsabilidad en la protección de los migrantes mexicanos que viven en el extranjero. "El fenómeno migratorio debe ser tratado con humanidad, no con criminalización", recalcó, insistiendo en que el Estado mexicano debe alzar la voz contra estas injusticias y garantizar que sus ciudadanos no estén solos ante este tipo de atropellos.
El Llamado a la Acción: "México no está solo"
González Olguín aprovechó la tribuna del Congreso para reiterar que la migración es un derecho humano fundamental, no un delito. Para ella, el trato a los migrantes no debe verse desde la óptica de la ilegalidad, sino como un fenómeno global que debe ser manejado con respeto y empatía. En su intervención, la diputada dejó claro que Durango es una "tierra de migrantes" y que, aunque estos migrantes enfrentan muchos obstáculos, siempre deben saber que no están solos.
Además, González Olguín concluyó su intervención con un firme mensaje de solidaridad y compromiso con los derechos humanos. "Desde Acción Nacional, exigimos el cese inmediato de estas redadas y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, aquí y más allá de nuestras fronteras", afirmó, dejando en claro que no descansarán hasta que las autoridades mexicanas y estadounidenses tomen en serio las demandas de justicia de las comunidades migrantes.
El Impacto de las Redadas: Una Comunidad en Tensión
Estas redadas no solo han generado un fuerte rechazo político, sino que también han dejado una huella profunda en las comunidades migrantes. El temor a ser detenidos y deportados ha aumentado considerablemente, lo que ha afectado el bienestar emocional y psicológico de muchos migrantes que, hasta hace poco, se sentían relativamente seguros en su día a día.
Por otra parte, el miedo a las represalias ha provocado que muchos eviten acceder a servicios médicos, educativos y de asistencia social, lo que agrava aún más las condiciones de vida de los migrantes en California. El aislamiento y la desconfianza hacia las autoridades locales y federales se han incrementado, creando una brecha de comunicación entre los migrantes y las instituciones públicas.
El Futuro de la Migración en Estados Unidos
Es evidente que las políticas migratorias en Estados Unidos seguirán siendo un tema candente, especialmente con las elecciones presidenciales de 2024 a la vuelta de la esquina. Lo que está en juego es mucho más que la seguridad de las fronteras; se trata de los derechos humanos de millones de personas que han hecho de este país su hogar. Las políticas de "tolerancia cero" pueden tener consecuencias devastadoras, no solo para los migrantes, sino para la cohesión social de todo un país.