Raúl Meraz propone alcoholímetro vigilado por ciudadanos en Gómez Palacio
En un esfuerzo por transformar la seguridad pública en Gómez Palacio, el candidato a la Presidencia Municipal, Raúl Meraz, propuso un cambio radical en el manejo de los operativos de seguridad, especialmente en lo que respecta al alcoholímetro. En una reciente declaración, Meraz comprometió su administración a erradicar la corrupción y extorsión dentro de las corporaciones de seguridad, garantizando un ambiente de justicia y transparencia.
Raúl Meraz dejó claro que los operativos de seguridad en el municipio deben estar enfocados en la protección de los ciudadanos, no en la recadación de fondos o el abuso de poder por parte de los agentes. Para lograrlo, el candidato propuso que el alcoholímetro y otros operativos de seguridad sean supervisados por los ciudadanos y por organismos de derechos humanos para asegurar que no se conviertan en un esquema de extorsión.
Un cambio en la supervisión de operativos
Uno de los puntos más importantes de la propuesta de Raúl Meraz es la participación activa de la ciudadanía en la supervisión de los operativos de alcoholímetro. Meraz aseguró que, para evitar que estos operativos se conviertan en una herramienta de recaudación, deben ser monitoreados por representantes de la sociedad y organismos de derechos humanos, quienes validarán la legalidad y veracidad de cada revisión realizada.
"No se dejará más en manos de una sola corporación la aplicación de las revisiones, se permitirá que ciudadanos participen activamente en estos operativos para garantizar que se cumpla con la ley de manera justa", declaró Raúl Meraz. Esta medida busca no solo garantizar la seguridad, sino también evitar cualquier tipo de abuso por parte de los cuerpos de seguridad.
Cero tolerancia a la corrupción
En su compromiso por mejorar la seguridad de Gómez Palacio, Raúl Meraz subrayó que su administración tendrá una política de cero tolerancia tanto para las faltas cometidas por los ciudadanos como para aquellos responsables de hacer cumplir la ley. Esto implica que todos los operativos, incluyendo los de alcoholímetro, serán supervisados para garantizar que no haya irregularidades o abuso de poder durante las revisiones.
Meraz también mencionó que las revisiones se realizarán de manera transparente y sin el afán de sorprender a los automovilistas, como ha ocurrido en ocasiones previas. Propuso que los operativos de alcoholímetro se realicen en puntos estratégicos y que las mediciones se lleven a cabo a través de arcos de medición visibles para todos.
Implementación de cámaras para mayor transparencia
Para fortalecer la supervisión y garantizar la transparencia, Raúl Meraz propuso que todos los elementos de las corporaciones de seguridad deban portar Body Cams (cámaras corporales), como parte obligatoria de su equipo. Estas cámaras registrarán todas las interacciones de los agentes con los ciudadanos, lo que resguardará tanto a los ciudadanos como a los propios servidores públicos de posibles falsas acusaciones.
Con la implementación de Body Cams, los ciudadanos y las autoridades podrán tener un registro claro y verificable de las actividades realizadas durante los operativos. De esta manera, se garantiza que los procedimientos se lleven a cabo con respeto y bajo los lineamientos de la ley.
El papel del Consejo Ciudadano de Vialidad
En su propuesta, Raúl Meraz también destacó la necesidad de crear un Consejo Ciudadano de Vialidad y de derechos humanos, el cual tendría como objetivo supervisar la implementación de las políticas de seguridad vial y garantizar que el proceso de revisión de los vehículos y conductores sea justo y transparente. Este consejo combinado con la vigilancia ciudadana permitirá reducir la corrupción y asegurar que el gobierno municipal cumpla con su misión de servir a la comunidad de manera justa y eficiente.
Un sistema más justo y eficiente
Con esta propuesta, Raúl Meraz busca transformar el sistema de seguridad pública de Gómez Palacio, alejándose de la corrupción y el abuso de poder, y acercándose a un modelo donde el ciudadano se sienta respetado, protegido y escuchado. Además, al involucrar a la comunidad en la supervisión de los operativos, el candidato propone un cambio significativo en la manera en que el gobierno interactúa con los habitantes, promoviendo una cultura de justicia y equidad en la ciudad.