En Gómez Palacio, el Grupo Parlamentario del PRI quiere cambiar el semáforo... pero esta vez, de verdad. El diputado Noel Maturino Fernández subió a tribuna con una propuesta que no solo tiene sentido común, sino también corazón: instalar semáforos auditivos peatonales para personas con discapacidad visual.
Movilidad con dignidad
El legislador presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado, buscando que las autoridades promuevan progresivamente la colocación de estos dispositivos en los cruces viales más transitados.
"Caminar sin ver no es caminar sin rumbo", dijo Maturino desde el Congreso.
Y es que no se trata de una concesión, sino de garantizar el derecho humano a la movilidad. Porque no es lo mismo cruzar una calle a tientas que hacerlo con la seguridad de que la ciudad también fue pensada para ti.
Derecho a moverse
No es privilegio
Para el diputado priista, esta propuesta no es solo legislación: es justicia social en movimiento. Insistió en que la libertad de desplazarse debe estar garantizada para todos y todas, sin importar las condiciones físicas.
Ciudad inclusiva
La accesibilidad universal no es una moda ni un lujo, es una necesidad. Por eso, el enfoque de la propuesta también contempla la instalación de guías podotáctiles, la eliminación de barreras arquitectónicas y la capacitación del personal de tránsito.
Infraestructura sensible
Pequeños cambios, grandes efectos
Maturino fue claro: cada semáforo auditivo, cada guía podotáctil, cada rampa funcional puede marcar la diferencia en la vida de una persona. Y es que, aunque muchos no lo noten, las personas con discapacidad visual enfrentan una ciudad hostil, llena de peligros invisibles.
Corresponsabilidad ciudadana
La propuesta también incluye un llamado a la ciudadanía: no obstruir banquetas, respetar los pasos peatonales y brindar apoyo a quien lo necesite. Porque la inclusión no solo nace en la ley, también florece en la calle.
GP como ejemplo
Desarrollo urbanístico humano
Uno de los objetivos del Grupo Parlamentario del PRI es que Gómez Palacio se convierta en un referente de ciudad incluyente. Y para eso, hay que dejar de construir solo para quienes todo lo pueden ver.
Riesgo constante
El diputado señaló que hoy por hoy, las personas con discapacidad visual viven en una tensión constante: banquetas ocupadas, autos en rampas, semáforos sin sonido. Situaciones que ponen en riesgo su integridad todos los días.
Modernidad real
"Una ciudad moderna no se mide por sus pasos a desnivel o sus edificios altos, sino por su capacidad de cuidar a quienes más lo necesitan", enfatizó Maturino Fernández.
Y tiene razón. La verdadera modernidad se manifiesta en el detalle, en el diseño urbano que piensa en todos, incluso (y sobre todo) en quienes caminan con bastón blanco.