Pintan Cordonería en Gómez Palacio para Mejorar Imagen

El Ayuntamiento de Gómez Palacio, por orden de Betzabé Martínez, pinta la cordonería del centro para mejorar la seguridad vial y la imagen urbana.

A veces, la transformación de una ciudad comienza con un simple trazo de pintura. En Gómez Palacio, lo que podría parecer una labor de mantenimiento rutinaria es en realidad una acción estratégica con un profundo impacto en la seguridad, el orden y el orgullo de la comunidad. El Ayuntamiento, bajo la dirección de la presidenta municipal Betzabé Martínez Arango, ha desplegado cuadrillas de la Dirección de Desarrollo Urbano para renovar la pintura de la cordonería en el corazón de la ciudad.

Esta iniciativa va mucho más allá de la estética. Es una intervención calculada para fortalecer la seguridad vial, optimizar la movilidad y proyectar la imagen de una ciudad que cuida los detalles, que es ordenada y, sobre todo, que es segura para sus habitantes.

 

El Plan en Marcha

 

El proyecto ha comenzado en el primer cuadro de la ciudad, el epicentro de la actividad comercial, social y cultural de Gómez Palacio. La decisión de iniciar en esta zona es tanto práctica como simbólica.

 

El Corazón de la Ciudad

 

El centro de una ciudad es su carta de presentación. Al renovar la imagen de esta área neurálgica, se envía un mensaje claro de revitalización y cuidado. Luis Alberto Bañuelos Castro, titular de Desarrollo Urbano, destacó que estas labores son una respuesta directa al compromiso de la alcaldesa Betzabé Martínez por mejorar la experiencia urbana tanto para residentes como para visitantes.

 

Declaraciones del Director

 

“Estos trabajos consisten en la aplicación de pintura amarilla en esquinas, estructuras y bases de semáforos, mejorando así la visibilidad”, explicó Bañuelos Castro. Subrayó que, aunque el punto de partida es el centro, el plan es expansivo. “Se realizarán en otros sectores, buscando así mantener en óptimas condiciones la infraestructura urbana y mejorar la imagen de la ciudad”, detalló.

 

El Poder del Amarillo

 

La elección del color amarillo para la señalización vial no es una coincidencia. Es una decisión basada en la ciencia y la psicología, diseñada para captar la atención y comunicar mensajes claros de manera casi instantánea.

 

Psicología del Color Urbano

 

El amarillo es el color más visible para el ojo humano. Nuestro cerebro está programado para percibirlo con mayor rapidez que cualquier otro tono, lo que lo convierte en la opción ideal para señales de advertencia y precaución. En el contexto del tráfico, una línea amarilla brillante en una esquina o en la base de un semáforo corta el «ruido visual» del entorno, alertando a conductores y peatones de forma instintiva. Mejora la visibilidad en condiciones de poca luz, como al amanecer, al atardecer o en días lluviosos, jugando un papel crucial en la prevención de accidentes.

 

Qué Significa Legalmente

 

Es importante recordar que la cordonería pintada de amarillo tiene una implicación directa en el reglamento de tránsito. Generalmente, indica una restricción de estacionamiento. Mantener estas zonas despejadas es vital para garantizar el libre flujo del tráfico, permitir giros seguros en las esquinas y asegurar que los vehículos de emergencia tengan el paso libre.

 

Más que Simple Pintura

 

Esta iniciativa genera una cascada de beneficios que impactan directamente en la calidad de vida de los gomezpalatinos.

 

Seguridad Peatonal y Vial

 

Una línea de banqueta bien definida y visible protege al peatón. Delimita claramente el espacio seguro de la acera frente al arroyo vehicular. En las esquinas, esta visibilidad es aún más crítica, ya que ayuda a los conductores a percibir a las personas que esperan para cruzar, reduciendo significativamente el riesgo de atropellos. Para los automovilistas, una mejor señalización se traduce en una toma de decisiones más rápida y segura.

 

Orden y Movilidad

 

El ordenamiento vial es fundamental para una movilidad urbana eficiente. Al remarcar las zonas donde no está permitido estacionarse, se evitan los «cuellos de botella» que generan congestión. Un tráfico más fluido no solo ahorra tiempo a los ciudadanos, sino que también reduce la contaminación y el estrés asociado con la conducción en la ciudad.

 

Imagen Urbana y Orgullo

 

Una ciudad limpia, ordenada y bien mantenida genera un impacto psicológico positivo. Fomenta un sentido de pertenencia y orgullo entre los habitantes. Cuando los ciudadanos ven que su gobierno invierte en el cuidado de los espacios públicos, es más probable que ellos mismos contribuyan a mantenerlos limpios y en buen estado. Es un círculo virtuoso que eleva el espíritu cívico y la percepción general de la ciudad.

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