Uno de los máximos referentes en la historia de Club Santos Laguna, Oswaldo Sánchez, fue el flamante invitado de este semana en el Podcast Guerrero. El guardameta dos veces campeón con los Guerreros, habló largo y tendido sobre toda su experiencia con Santos, además del cariño que le tiene a la institución, a su afición y a los colores verdiblancos.

Entrevista Oswaldo Sánchez
Luego de cerrar una carrera muy importante con una etapa llena de logros en Santos, ¿cómo es la vida de Oswaldo Sánchez?
“Me siento muy tranquilo y relajado en este momento, la carrera de futbolista profesional es muy absorbente, son muchas horas de sacrificio, el no estar en vacaciones y en eventos importantes con tu familia… ahora lo que quiero es compensar de alguna forma todo este tiempo con mis hijos; me siento feliz llevándolos a todos lados. Se me abrió también otra posibilidad en los medios de comunicación, en la que estoy muy contento y sigo aprendiendo”.
¿Extrañas las canchas?
“Cuando entrenaba daba todo lo que tenía. Me visualizaba en el presente y no veía hacia el futuro, no pensaba en retirarme y en extrañar las canchas, por eso me siento feliz porque no las extraño. Viví mi etapa como futbolista al máximo, tuve la fortuna de estar en Sub 20, Sub 23, Panamericanos, Copas del Mundo, en diferentes torneos… me siento muy tranquilo”.
Ya entrando en lo que es tu historia como Guerrero, al momento de fichar por Santos, ¿te imaginabas todo lo que conseguirías en el Club?
“Sí me imaginé que nos salvaríamos del descenso en ese 2006-2007, también ser campeón, porque había un proyecto muy padre, en el que el entrenador era amigo mío y Alejandro Irarragorri una persona propositiva que siempre estaba cerca del jugador, además había un gran grupo de futbolistas; sabía que íbamos a conseguir logros y victorias, pero que fuera a arraigarme en Torreón no lo pensaba. Santos me regaló más de lo que yo pude haberle dado”.
La máxima distinción para jugador de Santos Laguna es ser un Santo Inmortal y tener su propia estatua en Territorio Santos Modelo. ¿Qué te representa ser uno de los cuatro jugadores que ha recibido este reconocimiento?
“Me dio mucha emoción porque es algo que queda la posteridad. Estoy en la esfera de pocos jugadores emblemáticos para la institución y eso me tiene muy contento. El saber que mis hijos o mis nietos vayan un día al Estadio Corona y me vean ahí, es algo mágico”.
Es difícil decir solo uno, pero, ¿con qué momento te quedas de todos los que viviste en Santos?
“Me voy a quedar con la salvación del descenso, con aquel partido contra Cruz Azul, el día en el que ganamos en el viejo Estadio Corona, porque sin ese detonante no se hubiera dado todo lo demás. Ese grupo sufrió mucho en lo anímico, en lo deportivo… nos pegaban por todos lados, pero el hecho de salvarnos en el último partido fue lo más emocionante que viví en Santos”.
¿Qué pasa por la mente de un capitán al momento de levantar el trofeo de campeón?
“El solo ser futbolista profesional es una gran satisfacción, pero el hecho de ser el capitán es doblemente satisfactorio, que en consecuencia seas el que levanta las copas en los campeonatos es algo mágico e irreal, te trasladas a otro mundo. Lo recuerdo ahora y se me enchina la piel. Cuando eres capitán eres muy querido y odiado por muchos, pero cuando tienes esa distinción es algo descomunal”.
Para finalizar, ¿qué lugar ocupa Santos en tu carrera futbolística?
“Un lugar importantísimo. Llegué a este equipo pensando en dejar huella en el sentido deportivo, pero Santos dejó huella en mí, me dejó muchísimo. Me siento identificado con la región, vivo en ella, me gusta la forma de trabajar de la gente, de la institución. Quiero mucho a Santos, porque soy un tapatío bien lagunero”.