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Monterrey es campeón de la Liga Campeones de la Concacaf

Rayados de Monterrey derrotó dos goles por uno en el marcador global a Tigres UANL en el partido correspondiente a la Gran Final de la Concacaf Liga de Campeones.

Los goles en el partido de vuelta de Rayados fueron Nicolás Sánchez (26’). Por parte de los Tigres lo hizo André-Pierre Gignac (85’).

La emoción se sentía desde las inmediaciones del Estadio BBVA Bancomer en el municipio de Guadalupe. Gritos, pasión y ambiente futbolero, de esos que enchinan la piel por el increíble colorido por las calles.

No era para más, Monterrey es una de las plazas que suele tener este tipo de fenómenos sociales. Todo era blanquiazul; era noche de gala. El acérrimo rival visitaba el Estadio BBVA Bancomer, ahora, en una Final Internacional.

El Color

Rayados no tuvo piedad en los primeros minutos. El sabor de revancha se sentía, aficionados, jugadores y directivos estaban con ese sentimiento. Desde aquel diciembre del 2017 las cosas cambiaron.

Las cábalas en el futbol suelen ser un motivo de confianza ante la adversidad. Rayados de Monterrey haría todo lo que fuera para llevarse el título, hasta el mínimo detalle.

Una inyección de motivación era lo que necesitaban para parar al acérrimo rival. Rodolfo Pizarro, como el principal referente a la ofensiva, fungía como el cerebro albiazul. Burles, amagues, espectáculo. El ex del Guadalajara puso en jaque a Carlos Salcedo y Hugo Ayala, centrales felinos.

Justamente, casi a los 20 minutos de juego, Pizarro fue derribado. El silbante decidió marcar un penal que le daba a esperanzas a Rayados de llevarse la Concacaf Champions League.

Nicolás Sánchez, el héroe emergente, fue el que no perdonó a Nahuel Guzmán para darle al Monterrey un motivo de fiesta, si, más de la que ya permanecía en el BBVA Bancomer.

Anotó en la ida, y en la vuelta también. Por su parte, Tigres tuvo que buscar revolucionar su futbol para darle otra cara al equipo. Ricardo Ferretti le dio minutos a André-Pierre Gignac y Javier Aquino. El dinamismo llegó, las oportunidades comenzaron a darse para Tigres.

A pesar de la presión de los de San Nicolás, Rayados permaneció con su idea bien clara en la zaga. Claro, liderados por el capitán Sánchez, que ahora le tocaba lucir en la parte baja.

El despertar de Tigres llegó con un golazo. Gignac fue el culpable de darle dramatismo a la parte final del encuentro. Un tanto de media tijera espectacular fue lo que venció al cancerbero rayado Marcelo Barovero.

Pero el tiempo ya no dio para más. El destino le tenía una sorpresa a Diego Alonso y su tropa. El campeonato llegó, tan ansiado, tan anhelado. Rayados de Monterrey consiguió su cuarto título de la Concacaf Liga de Campeones; de lujo, ante un rival complicado.

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