Este sábado 5 de julio de 2025 se vivió un momento emotivo en el estadio de la Revolución. La directiva de los Algodoneros del Unión Laguna rindió un homenaje póstumo al legendario Laureano “El narigón” Camacho, uno de los peloteros más emblemáticos de la historia del club y doble campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con el equipo lagunero.
La ceremonia fue encabezada por el presidente del club, Guillermo Murra Marroquín, y contó con la presencia de la hija del homenajeado, Georgina Camacho, y su nieto, Enrique Vázquez, quienes vivieron con emoción y orgullo este reconocimiento público al legado de su familiar.
Reconocimiento como Personaje Ilustre de la organización
Como parte del homenaje, la organización de los Algodoneros develó una placa conmemorativa en el Paseo de las Estrellas del estadio, lugar reservado para las grandes figuras que han marcado la historia del club. Con este acto simbólico, Laureano Camacho fue oficialmente nombrado Personaje Ilustre del Unión Laguna, un título que honra su trayectoria, sus logros y su legado dentro del beisbol mexicano.
El momento fue acompañado por los aplausos de la afición presente en el estadio, quienes reconocieron con respeto y cariño la memoria de uno de los grandes íconos del club.
De Empalme al estrellato: la trayectoria de Laureano Camacho
Laureano Camacho nació el 4 de julio de 1919 en Empalme, Sonora, y desde muy joven demostró talento y pasión por el beisbol. Debutó en la Liga Mexicana de Beisbol en 1940 con El Águila de Veracruz, equipo con el que obtuvo su primer campeonato en esa misma temporada. Su destacada actuación como receptor le valió el reconocimiento como Novato del Año, marcando el inicio de una carrera profesional que dejaría huella.
En 1942 llegó al Unión Laguna, donde no solo encontró un equipo, sino una segunda casa. Ese año fue clave en su carrera, al convertirse en pieza fundamental del equipo lagunero que se consagró campeón en la LMB. Jugando como segunda base, Camacho demostró su versatilidad en el diamante y su capacidad para brillar en momentos importantes.
Ocho años más tarde, en 1950, consiguió su segundo campeonato con los Algodoneros, esta vez desempeñándose como receptor titular y dejando un promedio de bateo de .313, un número que reafirma su talento y disciplina como bateador.
Una carrera marcada por la entrega y la pasión
La carrera de Laureano Camacho se distingue por su entrega absoluta al deporte. Su capacidad para desempeñarse con calidad tanto en la receptoría como en el cuadro interior lo convirtió en un jugador valioso y completo. Más allá de las estadísticas, su verdadera aportación fue su liderazgo, su carácter en el terreno de juego y la inspiración que brindó a generaciones posteriores de peloteros.
Camacho no solo defendió con orgullo los colores de Unión Laguna, sino que contribuyó a construir la identidad del club, que aún hoy se reconoce por su pasión, esfuerzo y compromiso con la afición. Su legado sigue presente en cada partido, en cada jugada, en cada niño que sueña con ser beisbolista profesional.
Homenaje desde el montículo
Para cerrar el emotivo homenaje, Georgina Camacho, hija del exjugador, fue la encargada de lanzar la primera bola antes del segundo juego de la serie entre los Algodoneros del Unión Laguna y los Saraperos de Saltillo. Este gesto simbólico no solo honró la memoria de su padre, sino que también representó la continuidad de una historia familiar ligada al beisbol.
La presencia de su familia en el evento fue clave para transmitir la importancia del homenaje y resaltar el impacto que Laureano tuvo no solo en el terreno deportivo, sino también en su entorno personal y familiar.
Unión Laguna reconoce a sus leyendas
El homenaje a Laureano Camacho forma parte del esfuerzo del club Unión Laguna por preservar la memoria histórica de sus grandes figuras. A través del Paseo de las Estrellas, el estadio de la Revolución se convierte en un espacio vivo de memoria deportiva, donde las nuevas generaciones pueden conocer y valorar a quienes forjaron el prestigio del equipo.
La iniciativa refuerza el compromiso del club con su historia y con su comunidad, reconociendo que el presente se construye sobre los cimientos del pasado. Honrar a Camacho es también un recordatorio del camino recorrido y de los valores que representan a la organización.
El legado de El Narigón Camacho
Hablar de Laureano “El narigón” Camacho es hablar de una época dorada del beisbol mexicano. Su entrega, su talento y su amor por el juego lo convirtieron en un referente de su tiempo y en una figura que trasciende generaciones. Para el Unión Laguna, su legado es eterno.
La doble corona de la LMB, su liderazgo en el campo, y el respeto que se ganó dentro y fuera del diamante, lo colocan como uno de los íconos indiscutibles de la historia de la Liga y del equipo lagunero.
Más que un homenaje, una inspiración
Este tipo de reconocimientos no solo sirven para rendir tributo a quienes lo merecen, sino también para inspirar a las nuevas generaciones de beisbolistas. La historia de Camacho demuestra que con trabajo, pasión y disciplina, se pueden alcanzar grandes logros y dejar una marca imborrable en el deporte nacional.
Para los jóvenes jugadores, su vida es ejemplo de compromiso y perseverancia; para la afición, es motivo de orgullo y emoción. Para la familia Algodonera, su nombre está escrito con letras doradas.