Miguel Agustín "Güero" Alba: Una leyenda del fútbol duranguense
En la historia del fútbol regional, pocos nombres resuenan con la misma fuerza y cariño que el de Miguel Agustín "Güero" Alba Luna. Este 2025, en el marco del décimo noveno Torneo de Semana Santa del Club Deportivo La Florida, Durango le rendirá un homenaje a una de las figuras más emblemáticas del balompié local, un hombre que dedicó su vida al fútbol, defendiendo el arco con pasión y honor.
El inicio de una pasión
Nacido el 12 de noviembre de 1950 en Río Grande, Zacatecas, "Güero" Alba comenzó a forjar su destino desde muy joven. A los diez años, el fútbol se convirtió en su verdadera pasión. La magia del balón lo atrapó, y no tardó en convertirse en un guardameta excepcional, una posición que le permitió brillar en equipos locales, mientras ganaba el cariño de los aficionados y sus compañeros.
Los primeros logros
En los años setenta, su nombre comenzó a ser reconocido dentro de la comunidad futbolística duranguense. Fue parte del equipo del Instituto Tecnológico de Durango en los Juegos Intertecnológicos, y no pasó mucho tiempo antes de que se uniera a la Universidad Juárez del Estado de Durango, donde defendió con honor la camiseta de la institución en los primeros Juegos Interuniversitarios a nivel nacional, consiguiendo un histórico tercer lugar para su universidad.
Un portero de leyenda
A lo largo de su carrera, "Güero" Alba defendió varias camisetas, incluyendo equipos como Radiadores Libertad, Transportes Sin-Son y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Durante su paso por estos equipos, sumó campeonatos y dejó una huella imborrable en el fútbol local. Su gran destreza en el arco, la capacidad de realizar atajadas memorables y su carisma dentro y fuera del campo lo convirtieron en una figura referente para generaciones de futbolistas.
La final inolvidable
Una de las hazañas que marcó su carrera fue un campeonato disputado en la liga de veteranos. En una final que aún se recuerda con entusiasmo, "Güero" Alba atajó tres penales consecutivos, llevando a su equipo a la victoria y dejando claro por qué su nombre se ha grabado en la historia del fútbol duranguense.
El sueño truncado
A pesar de su grandeza en el fútbol regional, Miguel Agustín nunca pudo cumplir el sueño de jugar en la Primera División del fútbol mexicano. Fue convocado por los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero una falta de comunicación de su entrenador le impidió unirse al equipo en su momento. Aunque este sueño no se materializó, "Güero" Alba demostró que la gloria no siempre se encuentra en los grandes reflectores, sino en el corazón de quienes aman lo que hacen.
Su legado y mensaje
El legado de "Güero" Alba no se limita a sus logros en el campo. Su pasión por el fútbol y su humildad como persona lo han convertido en un referente para las nuevas generaciones. Hoy, a sus 75 años, tiene un mensaje claro para los jóvenes futbolistas: "Que cumplan su sueño de ser futbolistas, que se preparen, que no se dejen llevar por la vida de lujos que creen tener y que vean lo maravilloso que es el fútbol."
El respeto de sus compañeros
A lo largo de su carrera, "Güero" Alba compartió campo con nombres que también dejaron una huella en el fútbol duranguense, como Virgilio “Vikingo” Reyna, Felipe Rivera, Ángel “El Árabe” Sarellano, Héctor “El Sari” Sariñana, Raúl Ramírez del Palacio, y muchos otros. Juntos, vivieron una época dorada de compañerismo y amor por el deporte.
Un homenaje merecido
El Torneo de Semana Santa 2025 del Club Deportivo La Florida no solo es un torneo de fútbol; es una oportunidad para rendir homenaje a aquellos que, como "Güero" Alba, hicieron del fútbol su vida. Este evento, organizado por Rodolfo Reséndiz, se convierte en el escenario perfecto para reconocer la trayectoria de una leyenda que, sin necesidad de reflectores nacionales, dejó una huella imborrable en cada campo donde jugó.
El fútbol en el corazón de Durango
Hoy, en cada rincón de Durango, el fútbol sigue vivo gracias a hombres como Miguel Agustín “Güero” Alba Luna. Su legado, construido a base de sacrificios, alegrías y pasiones compartidas, sigue inspirando a los jóvenes futbolistas que sueñan con atajar goles, correr tras el balón y defender su arco con el alma. Para "Güero" Alba, el fútbol no es solo un juego, sino un estilo de vida, un refugio, y una manera de conectar con los demás.
Este homenaje es solo una pequeña muestra del impacto que tuvo en el fútbol duranguense. Su legado ya está inmortalizado en cada pase, en cada atajada y en cada momento vivido en el campo. "Güero" Alba ya es una leyenda, no porque su historia esté escrita en los libros, sino porque vive en los recuerdos de quienes tuvieron el honor de compartir el campo con él.