En el corazón de Gómez Palacio, está a punto de nacer un espacio que es mucho más que un simple comedor. Es una respuesta directa a una necesidad ignorada por mucho tiempo, un acto de justicia social y un santuario de respeto. Por instrucciones de la alcaldesa Betzabé Martínez Arango, la Dirección de Bienestar Social habilitará un comedor exclusivo para personas con discapacidad, un proyecto que surge de la empatía y se materializa en acción.
Esta iniciativa no es una ocurrencia, sino el resultado de escuchar. Fue un grupo organizado de personas con discapacidad, quienes trabajan y viven en la zona centro, el que levantó la voz. Su petición era simple pero profunda: un lugar seguro y accesible para recibir apoyo alimentario. A partir de este lunes, esa petición se convierte en una realidad tangible.
Un Acto De Justicia Social
La creación de este comedor ataca un problema que va más allá del hambre. Aborda las barreras invisibles de la exclusión social que muchas personas con discapacidad enfrentan a diario. Es la materialización de un gobierno sensible y humano.
La Voz Escuchada
Juan Lorenzo Blanco Lozano, titular de Bienestar Social, fue claro: esta acción responde directamente a una gestión realizada por la propia comunidad de discapacitados. No es una política impuesta, sino una solución co-creada. Este detalle es fundamental, pues demuestra un modelo de gobierno que no solo trabaja para la gente, sino con la gente.
Barreras Visibles E Invisibles
La necesidad de un espacio exclusivo surgió de una dolorosa realidad. Aunque existen otros comedores comunitarios, los solicitantes enfrentaban dos grandes obstáculos. El primero, las barreras físicas que dificultaban su acceso. El segundo, y quizás más hiriente, era el rechazo por parte de otros comensales. Este comedor nace para sanar esa herida social.
Más Que Comida
Este lugar está destinado a ser un refugio. Un sitio donde, además de recibir un almuerzo y comida caliente, las personas se sientan bienvenidas, respetadas y seguras. Es un espacio para la convivencia entre pares, libre de prejuicios y miradas incómodas, fomentando un sentido de comunidad y pertenencia que es tan nutritivo como el alimento mismo.
De La Reclusión A La Inclusión
La elección de la sede no fue casual. Se buscó un punto estratégico que fuera a la vez céntrico, accesible y con la capacidad adecuada para ofrecer un servicio de alta calidad. El Centro Comunitario “Mina” resultó ser la opción perfecta.
Simbolismo Y Transformación
Este edificio tiene una historia poderosa. Lo que alguna vez fue la cárcel municipal, un lugar de reclusión y castigo, hoy se ha resignificado por completo. Ahora es un vibrante centro de desarrollo comunitario donde se imparten clases de zumba, belleza y costura. La instalación de este comedor añade un nuevo capítulo a su historia: un lugar de encierro transformado en un símbolo de libertad y apoyo.
Ubicación Estratégica
El centro comunitario se encuentra en la avenida Mina, en pleno corazón de la ciudad. Esta ubicación es clave, ya que es el área donde la mayoría de los beneficiarios realizan sus actividades cotidianas. Les permite acceder al servicio sin tener que desviarse grandes distancias, integrando el comedor a su rutina de manera natural y eficiente.
Gobernando Con Empatía
Esta acción es un reflejo directo de la filosofía de la actual administración municipal. La instrucción de la alcaldesa Betzabé Martínez Arango de atender a la población vulnerable con prioridad y respeto es la fuerza motriz detrás del proyecto.
El Sello De La Administración
El enfoque de la presidenta municipal ha sido claro desde el inicio: construir un Gómez Palacio más inclusivo y equitativo. Este comedor es una de las muchas piezas de ese rompecabezas. Es la política social llevada a la práctica, donde el discurso se convierte en platos de comida caliente y espacios seguros para los más necesitados.
Respuesta Inmediata
La Dirección de Bienestar Social, bajo el mando de Juan Lorenzo Blanco Lozano, ha demostrado una capacidad de respuesta notable. Tras recibir la solicitud y la instrucción de la alcaldesa, el equipo se movilizó rápidamente para evaluar el espacio y poner en marcha la logística necesaria. Se espera que los primeros alimentos se sirvan este mismo lunes 22 de septiembre, una prueba de la eficiencia y el compromiso del gobierno municipal.