El diputado César Rivas B. Nevárez ha hecho un firme llamado a garantizar la accesibilidad universal en las zonas rurales del país, destacando que ninguna persona debe quedar excluida por vivir lejos de las ciudades. Este pronunciamiento subraya la necesidad de mejorar el acceso a transporte, salud, educación y empleo en comunidades rurales, especialmente para personas con discapacidad y adultos mayores, quienes enfrentan barreras adicionales en su vida cotidiana.
El impacto de la falta de accesibilidad en zonas rurales
De acuerdo con el INEGI, en México existen 9.5 millones de personas con discapacidad, lo que representa el 7.3% de la población. Lo más alarmante es que casi la mitad de estas personas son adultos mayores. Además, 27 de cada 100 personas con discapacidad viven en zonas rurales, donde los servicios y la infraestructura son más limitados, lo que hace que su acceso a recursos esenciales sea aún más difícil. Esta situación empeora las condiciones de vida para miles de familias que residen en áreas alejadas de los centros urbanos.
La situación en Durango
En Durango, la tasa de población con discapacidad es del 5.9%, un dato que refleja la situación de miles de ciudadanos en comunidades pequeñas y alejadas. Estos ciudadanos enfrentan una doble barrera: por un lado, la falta de infraestructura adecuada y, por otro, la insuficiencia de apoyos gubernamentales que dificultan su desarrollo personal y el derecho a vivir con dignidad.
El llamado a la acción: adaptar caminos, espacios y servicios
César Rivas enfatizó que acciones concretas deben implementarse para garantizar igualdad de condiciones para quienes viven con discapacidad, especialmente en el medio rural. Entre las acciones necesarias, mencionó la adaptación de caminos, la construcción de espacios públicos accesibles, el transporte accesible y la mejora de los servicios de salud.
La agenda de Acción Nacional para la accesibilidad universal
Desde Acción Nacional, César Rivas ha impulsado una agenda centrada en la accesibilidad universal, tanto en zonas urbanas como rurales, buscando que nadie quede excluido por vivir en áreas marginadas. Esta agenda incluye la construcción de rampas, la creación de transporte accesible, la adaptación de escuelas, la mejora de la infraestructura y la implementación de programas sociales que representen esperanza y futuro para las personas que más lo necesitan.
Compromiso y empatía: más que buenas intenciones
Rivas subrayó que esta agenda no debe quedarse en buenas intenciones. Es necesario que se traduzca en acciones concretas y resultados palpables. La discapacidad no debe verse como un límite, sino como un reto compartido que exige compromiso, empatía y un profundo sentido humano de todos los actores involucrados.
Un 3 de diciembre que nos recuerda nuestra responsabilidad
El 3 de diciembre, día en que se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, es un recordatorio de que la discapacidad no es un límite, sino un llamado a la acción. Este día debe ser una oportunidad para reflexionar sobre cómo como sociedad podemos mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad, especialmente en las zonas más desprotegidas del país.
