Héctor Adomaitis, uno de los Guerreros de Honor de Santos Laguna, estuvo presente en una nueva emisión del Podcast Guerrero, en el que recordó los principales momentos de su etapa como jugador, destacando lo hecho para la obtención del título del Invierno 96, primero en la historia albiverde, así como su aporte en el Cuerpo Técnico de Benjamín Galindo para levantar la cuarta estrella santista.
Luego de jugar en Colo Colo, ¿cómo tomaste la posibilidad de jugar en Santos?
“Me llamó Pedro García, quien era el entrenador en ese momento. Se da la posibilidad de que haya un quinto extranjero en México, se abre el cupo y Santos hace una excelente inversión, porque estaba completamente decidido a tomar un nuevo desafío. Al principio me costó un poco cuando llegué a México, principalmente por las altas temperaturas, pero poco a poco me fui adaptando al equipo y a la ciudad”.
¿Cuál fue el momento que más disfrutaste en el Club?
“Fue la etapa de la Temporada 1993-94, fue una muy buena experiencia por el desafío que teníamos en el equipo; hicimos un muy buen grupo humano con los compañeros, algo que después se vio reflejado en el terreno de juego, porque el equipo jugaba muy bien, esos fueron buenos momentos. También el campeonato del 96, la primera vez que se hicieron torneos cortos en México; fuimos los primeros campeones bajo esa modalidad dirigidos por Alfredo Tena”.
Tu opinión de Jared Borgetti…
“Llegó muy joven al equipo. Tenía un remate de cabeza muy fuerte y potente, pero le costaba a veces dominar un poco el balón; en los entrenamientos fue tomando confianza porque siempre quiso mejorar. Hizo toda una carrera en el equipo, es uno de los máximos ídolos”.
¿Cómo fue tu rutina el día de la Final de Vuelta del Invierno 1996 contra Necaxa?
“Prácticamente dormí poco. Compartía habitación con Gabriel Caballero. Estaba convencido de que el equipo iba a ser campeón porque Necaxa nos había ganado por la mínima diferencia (en la Ida), nosotros sabíamos que teníamos que darle vuelta en el Estadio Corona para tener la oportunidad de ser campeones. Recuerdo que hacía un poco de frío, la gente desde muy temprano ya había llenado el estadio”.
¿Por qué te dicen “El Ruso”?
“El apodo fue creación de un periodista. Cuando llegué a Chile, jugando un partido de Copa Libertadores, en la transmisión fue el mismo relator quien lo puso. En Chile a los rubios les dicen ‘rusos’ y así quedó”.
¿Qué te hace sentir el formar parte de los Guerreros de Honor?
“Me parece muy importante, porque cuando uno dejó de jugar, el Club siempre tuvo consideraciones de invitarme, de otorgarme un premio, de invitarme a ir al aniversario… es algo que habla bien de uno, no solo como jugador, sino como persona”.
¿Se disfruta más un título como jugador o como Cuerpo Técnico?
“Son dos puntos diferentes, pero me quedo con la etapa de jugador, porque en ese momento era justo el último año que estuve en Santos, se cerró un ciclo con el objetivo cumplido. En el 2012, ya en otra área, también fue algo intenso, sobre todo por el tema de la responsabilidad, entonces me acuerdo que en toda esa etapa dormía poco, porque la cabeza seguía trabajando para que los jugadores se sintieran cómodos”.
