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Diputado PAN Propone Exentar del IEPS a Productores de Mezcal

Alejandro Mojica propone exentar del IEPS a los productores de mezcal artesanal en Durango, buscando justicia fiscal y cultural.

El mezcal, esa bebida ancestral que ha recorrido siglos de tradición, cultura y sacrificio, enfrenta una nueva batalla legislativa en Durango. En un entorno donde la producción artesanal y ancestral del mezcal lucha por mantenerse viva, el Diputado Alejandro Mojica, del Grupo Parlamentario del PAN, alzó la voz con fuerza. En la Comisión Permanente del Congreso del Estado, el legislador presentó una iniciativa que podría marcar un antes y un después en la vida de los productores de mezcal artesanal: exentar del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a los productores que no superen los 80,000 litros anuales.

Una propuesta que no solo tiene tintes fiscales, sino que también refleja el profundo respeto por la cultura y el esfuerzo de aquellos que aún destilan mezcal con tradición, sin recurrir a la automatización industrial. Este es un tema que despierta pasiones y toca el corazón de muchas comunidades en Durango, como Nombre de Dios, Peñón Blanco, Mezquital y Vicente Guerrero, donde el mezcal no es solo una bebida, sino una forma de vida.

¿Por qué exentar del IEPS a los productores de mezcal artesanal?

La propuesta de Mojica no solo busca aliviar la carga tributaria, sino que también destaca la importancia de proteger a los productores pequeños que aún se apegan a las técnicas ancestrales de destilación del mezcal. Al respecto, Mojica comentó con firmeza: “No se puede tratar igual al que produce con máquinas que al que trabaja con leña, sudor y tradición. Esta es una lucha por justicia, por cultura y por futuro”. La frase no es solo una declaración política, es una llamada de atención a la injusticia fiscal que, según el legislador, afecta a los productores más humildes.

La propuesta y su respaldo legal

La iniciativa presentada por el diputado plantea adicionar un párrafo al artículo 2-A de la Ley del IEPS, con el fin de exentar de este impuesto a aquellos productores que tengan una producción menor a 80,000 litros anuales. Esta exención solo aplicaría bajo ciertas condiciones, como el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-070, que regula la producción artesanal y ancestral del mezcal. Esta norma busca garantizar que no haya abusos ni simulaciones en el proceso, protegiendo así a los verdaderos productores artesanales y evitando que grandes industrias se beneficien de la exención sin cumplir con las exigencias del sector.

Mojica subraya que esta propuesta no es una idea nacida en un escritorio, sino que es el resultado de recorridos por comunidades donde los productores de mezcal comparten sus historias y sus luchas. “Escuchamos a quienes verdaderamente viven del mezcal, a quienes lo destilan con el corazón y no con tecnología. Ellos nos pidieron ayuda, y aquí está nuestra respuesta”, afirmó.

Un sector que lucha por su sobrevivencia

Para entender mejor la relevancia de esta propuesta, es importante conocer cómo trabajan los productores artesanales de mezcal en Durango. La mayoría de ellos no cuentan con grandes fábricas automatizadas, sino que utilizan hornos de piedra y destilan la bebida de manera completamente artesanal, siguiendo métodos que se han transmitido de generación en generación. El mezcal, en este sentido, no es solo un producto, es un símbolo cultural que está profundamente arraigado en la identidad de las comunidades que lo producen.

Sin embargo, a pesar de la gran calidad del mezcal de Durango, muchos de estos productores enfrentan dificultades económicas debido a los altos impuestos y la competencia de grandes marcas industriales que producen mezcal en cantidades masivas. Aquí es donde entra la propuesta de Mojica: reconocer el esfuerzo y el valor cultural de los productores locales y brindarles un trato fiscal más justo, que les permita competir en condiciones más equitativas con las grandes corporaciones.

El respaldo constitucional

Uno de los puntos clave que fortalece la propuesta es que se apega a lo establecido en la Constitución Mexicana, en sus artículos 25 y 28. El artículo 25 establece que el Estado debe fomentar el desarrollo con equidad, y el artículo 28 permite otorgar beneficios fiscales a actividades que sean socialmente valiosas. El mezcal, como producto culturalmente significativo y representativo de la identidad mexicana, entra en esta categoría, por lo que la propuesta tiene un fuerte respaldo constitucional.

¿Por qué el mezcal merece ser protegido?

En su discurso, Mojica también subrayó la importancia de proteger el mezcal como una bebida que le da identidad a México. De la misma forma en que Francia protege su vino o Italia defiende su queso, México debe hacer lo propio con su mezcal. “Y en Durango tenemos uno de los mejores del país”, aseguró con orgullo.

No se trata de un simple impuesto, sino de la protección de una tradición que ha sobrevivido durante siglos. Cada litro de mezcal artesanal que se produce en Durango es el resultado de un esfuerzo arduo, de un trabajo que va más allá de la producción: es una historia viva que se conecta con las raíces del campo y de la cultura mexicana.

Un futuro incierto sin apoyo

Sin el apoyo adecuado, muchos de estos productores podrían ver cómo su tradición se desvanece, y con ella, una parte importante de la cultura mexicana. La propuesta de Mojica, por lo tanto, no solo busca justicia fiscal, sino también preservar una tradición cultural que sigue siendo el alma de muchas comunidades rurales. El mezcal no es solo un producto, es una forma de vida que da trabajo y sustento a muchas familias.

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