El Grupo Parlamentario del PAN ha sido testigo de una propuesta trascendental presentada por la diputada Mayra Rodríguez Ramírez, quien propuso una reforma a la Ley Ganadera de Durango. Su objetivo: visibilizar a las mujeres que forman parte activa del campo a través de un lenguaje incluyente. Esta iniciativa busca reconocer y dignificar a las mujeres en el sector agropecuario, un área que históricamente ha sido dominada por un lenguaje excluyente. Rodríguez Ramírez hace un llamado a la transformación de la legislación para asegurar que todas las personas, sin importar su género, sean representadas adecuadamente.
El Poder del Lenguaje Incluyente
“El lenguaje no es solo una forma de hablar, es una forma de reconocer, de representar y de dignificar a todas las personas”, expresó la diputada al presentar los motivos de la reforma. Estas palabras dan cuenta de un enfoque profundamente humano, en el que el lenguaje se convierte en una herramienta fundamental para el cambio social. A través de esta reforma, se pretende garantizar que las mujeres ganaderas, que desempeñan una labor esencial en las zonas rurales, sean visibilizadas en la ley y en el discurso público.
En su intervención durante la Comisión Permanente, Rodríguez Ramírez recordó cómo, en muchas ocasiones, las mujeres han sido invisibilizadas en el discurso jurídico y público, pese a su destacada participación en actividades clave para el desarrollo del estado. A menudo, se menciona al trabajo del campo, pero rara vez se hace alusión a las mujeres ganaderas que, en su gran mayoría, se encargan del cuidado de los animales, la siembra de la tierra y la labor doméstica.
Las Mujeres en el Agropecuario: Trabajo Digno y Reconocido
El campo duranguense es una de las columnas vertebrales de la economía del estado, y las mujeres juegan un rol fundamental. Rodríguez Ramírez remarcó que, aunque las mujeres rurales trabajan incansablemente, el lenguaje legal ha omitido su nombre y su aporte al sector. “En nuestras zonas rurales, las mujeres trabajan la tierra, cuidan el ganado y sostienen a sus familias, pero las leyes no siempre las nombran”, señaló.
A través de su propuesta, la diputada busca que el lenguaje incluyente no sea solo una moda o una cuestión de términos, sino una verdadera acción de justicia. Rodríguez Ramírez defendió que el lenguaje no sexista debe dejar de verse como un capricho ideológico, para convertirse en un paso necesario hacia la igualdad de género. "Es un acto de justicia", subrayó, refiriéndose a la importancia de que las leyes reflejen la realidad social y las contribuciones de las mujeres en el ámbito rural.
Un Marco Legal Más Inclusivo
El principal objetivo de la reforma presentada por la diputada Mayra Rodríguez es mejorar la capacidad de inclusión de la Ley Ganadera. Al integrar un lenguaje que también mencione a las mujeres ganaderas, se busca reconocer su labor y aportar al desarrollo del estado. En este sentido, la propuesta no altera el contenido técnico de la ley, pero sí modifica la manera en que se nombran a las personas que participan en las actividades agropecuarias, incorporando de manera equitativa a las mujeres.
Rodríguez Ramírez argumentó que modificar el lenguaje de la ley tiene un efecto transformador, no solo en el plano jurídico, sino también en la forma de pensar de la sociedad. “Modificar el lenguaje es modificar también la forma en que pensamos y estructuramos nuestra convivencia”, agregó. Este cambio tiene el poder de alterar las estructuras de poder y generar una mayor equidad en el ámbito rural.
La Guía para el Uso de Lenguaje Incluyente
La propuesta de la diputada se basa en antecedentes sólidos, como la Guía para el Uso de Lenguaje Incluyente publicada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en 2016. Además, diversas reformas federales ya han incorporado términos como “diputadas” para referirse a las mujeres en la política. Rodríguez Ramírez hace énfasis en que este tipo de reformas no son solo un asunto de terminología, sino que tienen un impacto real en la representación social y en la lucha por los derechos de las mujeres.
Un Paso Hacia la Igualdad
La reforma no se limita a una simple modificación en el discurso, sino que es un paso firme hacia un Durango más justo. En palabras de la diputada: “Este es un paso más hacia un Durango más justo y más igualitario”. Con este tipo de reformas, se busca que las mujeres del campo sean reconocidas por su trabajo, que no se les niegue su participación activa en las actividades agropecuarias y que tengan un papel representativo en las leyes que rigen su vida diaria.
El lenguaje incluyente se presenta como una herramienta poderosa para garantizar que las mujeres tengan el espacio que merecen en todas las áreas de la vida pública, incluso en aquellas históricamente dominadas por hombres. Rodríguez Ramírez concluyó su intervención diciendo que el lenguaje incluyente no es una concesión, sino una convicción. Una convicción que se traduce en un cambio profundo y transformador en la legislación y en la forma en que las mujeres son percibidas en la sociedad.
Un Compromiso con la Justicia
El trabajo de las mujeres ganaderas, aunque esencial, ha estado fuera del foco legislativo durante muchos años. Con esta reforma, se pretende visibilizar su trabajo, dignificarlo y garantizar que el sistema jurídico las reconozca de manera equitativa. El lenguaje incluyente es solo el primer paso en un proceso más largo hacia la igualdad de género, pero este cambio es crucial para comenzar a construir una sociedad más justa y representativa.
La propuesta de la diputada Mayra Rodríguez Ramírez va más allá de un simple ajuste de términos: es una llamada a la reflexión, un acto de justicia y un compromiso con las mujeres del campo que, desde su labor diaria, sostienen la estructura productiva de Durango.