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Campaña gratuita de prótesis oculares cumple 10 años

La campaña gratuita de prótesis oculares en Durango cumple 10 años, beneficiando a 81 pacientes con apoyo del DIF Estatal y la UNAM.

En Durango se está escribiendo una historia que va mucho más allá de la medicina. La campaña gratuita de prótesis oculares, impulsada por el gobernador Esteban Villegas Villarreal y la presidenta del DIF Estatal, Marisol Rosso, cumple 10 años transformando la vida de niñas, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

Este programa representa más que una atención médica: es una oportunidad de recuperar la confianza, la calidad de vida y la dignidad. En esta edición, 81 pacientes de 13 municipios son beneficiados con el respaldo del Hospital General 450 y la colaboración de especialistas de la UNAM.

Un esfuerzo conjunto

El éxito de esta campaña radica en el trabajo en equipo. Por un lado, el DIF Estatal garantiza el acceso a las familias; por otro, los especialistas de la UNAM aportan su conocimiento; y finalmente, la Secretaría de Salud abre las puertas del Hospital General 450 para que las cirugías y adaptaciones sean posibles.

Gracias a esta colaboración, desde 2015 la campaña se mantiene vigente y cada año suma más beneficiarios. En esta edición, los pacientes provienen de municipios como Durango, Canatlán, Cuencamé, Gómez Palacio, Mezquital, Poanas, Pueblo Nuevo, Rodeo, San Dimas, San Juan del Río, Santiago Papasquiaro y Vicente Guerrero.

Más que una prótesis

La pérdida visual trae consigo consecuencias físicas, sociales y emocionales. La falta de un ojo no solo afecta la salud, también puede causar rechazo, inseguridad y limitaciones en la vida diaria. Por eso esta campaña va más allá de lo estético: significa una verdadera segunda oportunidad para quienes la reciben.

Un ejemplo conmovedor es el de Alexander Rafael, un niño de nueve años que desde los 18 meses ha sido beneficiario de este programa. “Mis papás buscaron la solución para la condición de mi ojo, pero una prótesis era muy costosa. Con esta ayuda, pude tenerla y cambiar mi vida”, cuenta con una sonrisa que refleja gratitud.

Impacto en la comunidad

La emoción también estuvo presente en las palabras de Alejandro Benavides Ríos, coordinador del Programa Extramuros de Prótesis Ocular de la UNAM. Entre lágrimas, destacó la respuesta de las familias duranguenses y la importancia de que esta iniciativa cumpla una década activa.

Según Benavides, cada prótesis cambia la vida no solo del paciente, sino también de toda la familia. “No es solo un ojo artificial, es la oportunidad de mirar la vida con seguridad y confianza”, explicó.

Por su parte, Marisol Rosso Rivera agradeció la confianza de los pacientes y sus familias, tanto de quienes se integran por primera vez como de quienes año con año regresan para dar mantenimiento a sus prótesis. “Cada acción, por pequeña que parezca, deja huella en la vida de alguien. Aquí no solo hablamos de salud, sino de devolver sueños y esperanzas”, expresó.

Una década de logros

En diez años, la campaña ha brindado fe, apoyo y esperanza a cientos de familias. Ha logrado lo que parecía imposible: que niñas y niños en situación vulnerable, adultos mayores y personas con discapacidad accedan a un procedimiento que en otros contextos sería inalcanzable por su costo.

El DIF Estatal ha hecho posible que Durango se convierta en un referente nacional en inclusión y atención médica gratuita, posicionando a la entidad como un ejemplo de sensibilidad social.

Más allá de lo médico

El impacto de esta campaña trasciende lo clínico. Cada prótesis colocada es un paso hacia la inclusión, la autoestima y la superación personal. Los beneficiarios ya no solo enfrentan la vida con un ojo funcional, sino con la seguridad de saberse atendidos y valorados.

Este programa no solo devuelve visión, devuelve la capacidad de sonreír, de convivir, de sentirse parte de la sociedad sin ser señalados.

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