La tarde que prometía ser de pura emoción futbolera en el Estadio Cuauhtémoc, en Puebla, se convirtió en un escenario de violencia, cuando un tiroteo entre franeleros dejó un saldo de una mujer muerta y un hombre herido. El incidente ocurrió poco antes del esperado partido entre el Club Puebla y Atlético de San Luis, alterando la calma en los alrededores del estadio.
Tensión antes del juego
El enfrentamiento armado no tuvo relación directa con los aficionados del fútbol, pues las autoridades aclararon que los involucrados en el altercado eran personas ajenas al evento deportivo. La Secretaría de Seguridad Pública de Puebla informó que los enfrentamientos surgieron entre franeleros de dos grupos que disputan el control de los espacios de estacionamiento en las inmediaciones del estadio.
Este conflicto tiene raíces profundas, pues la disputa por la venta de espacios para vehículos en días de partido ha generado tensiones entre estos grupos durante años. El Gobierno estatal, tras diversas denuncias de abusos, intentó tomar medidas al expulsar a ambos grupos de los estacionamientos oficiales del Estadio Cuauhtémoc. Sin embargo, esto solo trasladó el conflicto hacia la vía pública, donde ahora pelean por áreas clave.
Un saldo trágico
El tiroteo dejó una víctima fatal: una mujer que fue alcanzada por las balas. Además, un hombre resultó herido por un proyectil de arma de fuego. La noticia conmocionó a la población, pues el contexto de violencia dejó en evidencia la inseguridad que se vive en algunos sectores cercanos al estadio, lejos de lo que muchos esperaban fuera una tarde de deporte y entretenimiento.
Reacción de las autoridades
A raíz de la balacera, las autoridades locales desplegaron un operativo de seguridad con el apoyo de la Policía Estatal, Municipal y la Guardia Nacional. Un cerco de seguridad se estableció en las inmediaciones del estadio, mientras que la Calzada Zaragoza, uno de los principales accesos a la ciudad, fue cerrada temporalmente, generando afectaciones al tráfico en una zona de alto tránsito.
La seguridad en el área fue reforzada para evitar que el enfrentamiento se extendiera o que los responsables escaparan, pero los agresores lograron huir a bordo de un vehículo, según las primeras versiones de la policía.
La otra cara del fútbol
El evento trágico ocurrió minutos antes del inicio del partido, que se desarrolló sin mayores incidentes. Sin embargo, este hecho puso en evidencia las complejas realidades sociales que afectan incluso a los espacios deportivos. Para muchos, el incidente fue un reflejo de un problema mayor: la falta de control sobre los espacios públicos que, en ocasiones, terminan siendo ocupados de manera ilegal, a costa de la seguridad de los ciudadanos.
Un conflicto que no cesa
La disputa entre los grupos de franeleros no es un problema nuevo en Puebla. En años anteriores, varios enfrentamientos similares han ocurrido, generando preocupación entre los pobladores, quienes piden más control y seguridad para evitar que la violencia se convierta en un factor habitual en la previa de los partidos.