Arístides Rodrigo Guerrero García no es el típico candidato a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con una carrera profesional que lo llevó desde el Instituto de la Transparencia hasta ser un aspirante con propuestas frescas y originales, Guerrero ha sabido captar la atención de la opinión pública, y no solo por su formación, sino por su humor y autenticidad.
Su viralidad en redes sociales se disparó gracias a una analogía insólita que hizo sobre un “chicharrón” y su campaña electoral, lo que le valió el apodo de “ministro chicharrón” con el número 48 en la boleta morada.
“Más preparado que un chicharrón”
Durante su campaña, Guerrero lanzó una frase que quedó para la posteridad:
“Estoy más preparado que un chicharrón para ser Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y el INE me acaba de mandar un requerimiento para pedirme la factura del chicharrón”.
Esta comparación divertida y atrevida no solo lo puso en el radar de muchos usuarios en redes, sino que reflejó su estilo cercano, sencillo y sin pretensiones. Aunque no se distrae con la fama viral, está firme en su objetivo de llegar a la Corte y representar un cambio real.
Una responsabilidad histórica
Para Arístides, la candidatura va más allá de un cargo: es una oportunidad para demostrar que la reforma judicial es un éxito y que México está listo para mostrar al mundo una justicia más cercana y efectiva.
“En nuestras espaldas va a recaer la responsabilidad histórica de demostrarle al mundo que es una reforma exitosa, los ojos del mundo están sobre México”, aseguró con la convicción de quien sabe que la justicia es la columna vertebral de cualquier democracia sólida.
Llevando la Corte al país
Uno de los proyectos más innovadores de Guerrero es su propuesta de llevar las sesiones de la Corte no solo al recinto habitual en la Ciudad de México, sino a diversos puntos del país:
“Voy a llevar sesiones en los diferentes estados de la República, en Coahuila, Durango, Chihuahua, Chiapas, en todos lados”, afirmó.
Esta idea busca acercar la justicia a la gente, darle un rostro más humano y dejar atrás la percepción de que la Suprema Corte está alejada de los problemas cotidianos de los mexicanos.
El Spotify de la justicia
La modernidad también está en la agenda de Guerrero. Su segunda propuesta revolucionaria consiste en crear una plataforma digital tipo Spotify, pero enfocada en la justicia:
“Así como hay plataformas donde puedes escuchar música por cantante, esta plataforma permitirá buscar por ministro de la corte y arrojar todas las sentencias relevantes que yo haya emitido”, explicó.
Esta iniciativa no solo facilitaría la transparencia, sino que permitiría a la sociedad entender y consultar de manera sencilla las decisiones judiciales, fomentando la educación cívica y el acceso a la información.
Una campaña con sabor local
Aunque su número en la boleta es el 48, y fue apodado “ministro chicharrón”, Guerrero mantiene los pies en la tierra y está concentrado en su campaña, que incluye giras por estados del norte como Durango, Coahuila y Chihuahua.
“En el caso de ministros no hay un caso así, y en realidad estoy más concentrado en mi campaña”, puntualizó, dejando claro que el humor es una herramienta para conectar, pero el compromiso es con la justicia y la transformación.