Bajo el encanto místico y la tradición del Día de Muertos, la Plaza de Toros “Alberto Balderas” de Ciudad Lerdo fue el escenario de una noche inolvidable con la segunda edición de la Corrida de Calaveras.
El protagonista absoluto fue el rejoneador español Andy Cartagena, quien desató la euforia del público tras cortar cuatro orejas y salir por la Puerta Grande en medio de una ovación que resonó en cada rincón del coso lerdense.
Con un lleno en los tendidos, un clima ideal y un ambiente festivo, Lerdo vivió una velada taurina de gran nivel, donde el arte ecuestre, la emoción y la tradición se fusionaron para rendir homenaje a las raíces culturales mexicanas.
Andy Cartagena, imparable
Triunfo total
Andy Cartagena ofreció una actuación impecable que encendió los corazones de los aficionados. Su conexión con el público, la precisión de su toreo a caballo y la elegancia en cada pase lo consolidaron como la figura indiscutible de la noche.
El rejoneador español se llevó dos orejas en su primer toro y otras dos en el segundo, demostrando maestría, temple y un dominio absoluto de sus caballos, que respondieron con bravura en cada suerte.
Cartagena, fiel a su estilo de espectáculo y entrega, combinó precisión técnica con emotividad, logrando un clímax de intensidad que hizo vibrar los tendidos. Su salida por la Puerta Grande fue el reflejo del reconocimiento a una actuación redonda y de categoría.
“Calita” sin suerte
Valor y entrega
Por su parte, el matador capitalino Ernesto Javier “Calita” dejó ver entrega y disposición en ambos turnos, aunque la suerte con la espada no lo acompañó. Pese a sus buenas faenas, escuchó palmas en sus dos toros.
“Calita” mostró valor y elegancia, especialmente con su primer astado, donde hubo pasajes de temple y conexión con el tendido. Sin embargo, la espada le negó la posibilidad de premio, dejando su actuación en una labor reconocida, pero sin trofeos.
Toros de calidad
La corrida incluyó dos toros de Boquilla del Carmen y dos de Arturo Gilio, hierros que ofrecieron ejemplares buenos y bravos, dignos de una tarde que exigió entrega y arte.
Ambos encierros fueron bien recibidos por el público, destacando por su casta, movilidad y nobleza, lo que permitió que los toreros lucieran su repertorio.
Una de las incidencias más comentadas de la noche fue el salto del cuarto toro al callejón, un momento de tensión que rápidamente fue controlado sin mayores consecuencias, añadiendo un toque de adrenalina a una velada ya de por sí vibrante.
Tradición y emoción
El misticismo de las Calaveras
La Corrida de Calaveras se ha convertido en una de las celebraciones taurinas más esperadas de la Comarca Lagunera, uniendo arte, cultura y tradición mexicana en el marco del Día de Muertos.
La plaza, adornada con motivos alusivos a la fecha, ofreció un ambiente mágico donde el color, la música y el respeto por la tauromaquia se entrelazaron en una experiencia sensorial y profundamente simbólica.
Los asistentes, muchos vestidos con atuendos alusivos a la temporada, disfrutaron de una noche de fiesta, toros y cultura, en la que se exaltó la identidad taurina y el espíritu festivo que caracteriza a Lerdo.
Ficha técnica
Plaza: “Alberto Balderas”, Ciudad Lerdo, Durango.
Evento: Segunda edición de la Corrida de Calaveras.
Ganaderías: Boquilla del Carmen (2 toros) y Arturo Gilio (2 toros), buenos y bravos.
Entrada: Lleno total en los tendidos.
Clima: Agradable y propicio para una noche taurina.
Andy Cartagena: 2 orejas, 2 orejas.
Ernesto Javier “Calita”: Palmas, palmas.
Incidencias: El cuarto toro saltó al callejón.
Una velada de altura
El público respondió con entusiasmo, reconociendo el esfuerzo y entrega de los protagonistas. La organización impecable, el ambiente familiar y la magia de la fecha convirtieron esta corrida en un evento que superó expectativas.
Lerdo reafirma así su lugar dentro del circuito taurino nacional, albergando un festejo que no solo celebra el arte del toreo, sino también la identidad cultural mexicana, donde la muerte se honra con vida, música y pasión.