Después de una prolongada pausa obligada por una lesión en el fémur izquierdo, el empresario sampetrino Andrés Flores Faccuseh ha vuelto con determinación a los entrenamientos. Su retorno no solo marca un reencuentro con el atletismo, sino el comienzo de una nueva etapa que lo motiva a ir por más.
Conocido en la región por su constancia y disciplina, Flores Faccuseh ya ha retomado sus rutinas físicas en varios puntos de la Comarca Lagunera, donde busca recuperar el ritmo necesario para volver a la competencia. Su objetivo inmediato: carreras locales que le permitan medir su progreso y consolidar su regreso al circuito.
Plan por etapas
Carreras locales
El enfoque actual de Andrés está puesto en retomar ritmo y resistencia. Por ello, las primeras competencias que tiene en mente son eventos dentro de la Comarca Lagunera. Estos le permitirán evaluar su evolución tras la rehabilitación, fortalecer su confianza y detectar áreas a mejorar.
En palabras del propio atleta, “la molestia en el tobillo va quedando a un lado”. A pesar del esfuerzo que requiere el regreso, se ha sentido positivo y motivado, agradecido por volver a entrenar sin dolor significativo. “La fortaleza no llega de la capacidad física, llega de una voluntad indomable”, expresó, dejando clara su actitud ante el reto.
Retos nacionales
Superada la primera etapa, el siguiente paso son los maratones nacionales. Andrés planea regresar al Maratón de Saltillo y al Maratón del Pacífico, donde ya ha demostrado su capacidad en ediciones anteriores. Sin embargo, ha sido claro: irá paso a paso, sin apresurar nada, pero con la mira puesta en su mejor versión.
Estos eventos no solo representan un reto físico, sino también emocional. Volver a ellos será una forma de validar todo el esfuerzo que ha realizado desde que comenzó su recuperación. Y para Andrés, cada meta cruzada es un triunfo interno.
Escenario internacional
Flores Faccuseh no es ajeno a los maratones internacionales. Ha representado a México en competencias tan prestigiosas como el Maratón de Berlín, el de Rotterdam y el de Houston. Con estos antecedentes, no descarta volver a estas pruebas una vez que esté en plenitud de forma.
“El mayor peligro ocurre en el momento de la victoria”, señala. Una reflexión que da cuenta de su experiencia y madurez, entendiendo que el regreso no solo implica correr, sino hacerlo con estrategia y equilibrio.
Un 2024 para el olvido
El año pasado fue especialmente duro. La lesión lo dejó fuera de varios maratones y lo obligó a pausar una rutina que había formado parte de su vida durante años. Sin embargo, ese episodio ya quedó atrás. Hoy, su enfoque está en el presente, en cada entrenamiento que suma, en cada kilómetro que lo acerca a su objetivo.
Más allá del aspecto físico, la recuperación de Andrés ha sido también una lección de paciencia, mentalidad positiva y determinación. Cada mañana que sale a correr es una victoria personal, un paso más hacia la meta.
Disciplina como motor
Para quienes conocen a Andrés Flores Faccuseh, su regreso no sorprende. En su vida profesional y deportiva, siempre ha demostrado disciplina, constancia y enfoque. Estos valores lo han acompañado también durante su rehabilitación, permitiéndole volver con fuerza y claridad en sus objetivos.
En sus primeros entrenamientos, ha recorrido rutas conocidas de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Camina, trota, corre y evalúa. Sabe que cada movimiento cuenta. Está reencontrándose con su entorno y, sobre todo, consigo mismo.
Perspectiva de futuro
El regreso de Andrés es más que una recuperación. Es una afirmación de voluntad, una historia de superación personal que inspira. No se trata solo de correr maratones; se trata de mantenerse firme ante la adversidad, de dar el ejemplo a quienes, como él, enfrentan pausas obligadas en cualquier ámbito de la vida.
Con su regreso, también regresan sus metas. Andrés Flores Faccuseh tiene claro que el camino apenas empieza, pero lo recorre con la seguridad de quien ya sabe lo que es avanzar, caer y levantarse con más fuerza.
