La Asociación de Futbol Americano Infantil de La Laguna (AFAIL) atraviesa un momento crítico. Cuatro niños que desean integrarse a un club han desatado una ola de tensiones que ha puesto en jaque el espíritu deportivo de la liga. Ante esta situación, el presidente César Alfredo Quiñones Jáuregui emitió un comunicado oficial con un mensaje claro: la solución es el diálogo, no la exclusión.
No hay impedimento
Desde lo reglamentario, no existe ningún motivo para impedir que los niños jueguen. Han cumplido con el año de descanso requerido, presentaron su carta de liberación y se encuentran debidamente registrados bajo el reglamento vigente. Además, cuentan con una autorización firmada por la propia directiva de AFAIL.
El problema real
El presidente señala que más allá del reglamento, el conflicto se ha agudizado por la falta de diálogo, confianza y humildad entre los actores de la liga. Aunque las autoridades deportivas de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo han ofrecido espacios de conciliación, estos no han sido aprovechados. Mientras tanto, los niños siguen esperando una resolución justa.
Un modelo a transformar
Quiñones reconoce que hay desequilibrios en la liga. Algunos clubes concentran el talento, mientras otros apenas completan rosters. Pero recalca que la respuesta no es castigar ni dividir, sino transformar juntos el modelo. La clave: establecer lineamientos justos de transferencia, que protejan a los clubes en crecimiento sin coartar los derechos de los jugadores.
Llamado a las autoridades
El comunicado también hace un llamado formal a las Direcciones Deportivas y de Derechos Humanos de los tres municipios laguneros para convocar a un proceso real de reflexión, con todos los clubes. La meta: diseñar una liga que garantice equidad, desarrollo formativo y respeto por los niños.
Por una liga sana
"Esto no se trata de un club u otro, se trata de nuestros hijos", remarca el presidente. La propuesta es clara: dejar de lado el orgullo, priorizar el bien común y entender que ganar en la cancha importa menos que formar niños felices, seguros y con valores.
AFAIL aún puede sanar
El mensaje final de Quiñones es un acto de fe en la comunidad: AFAIL puede sanar, pero depende de todos. Aún hay tiempo para reconstruir los puentes rotos y devolverle al futbol americano infantil su esencia: la formación, el respeto y la pasión compartida por el deporte.
Este llamado es un parteaguas. No solo busca resolver un conflicto puntual, sino sembrar las bases para una AFAIL más justa, fuerte y unida.