En una decisión unánime, el Congreso del Estado aprobó dos reformas clave a la Ley de Educación del Estado con el objetivo de fortalecer la alimentación escolar y combatir los altos índices de sobrepeso y obesidad infantil. Las reformas se enfocan especialmente en los municipios con mayores índices de marginación, buscando mejorar las condiciones de salud y nutrición de las niñas y niños que enfrentan mayores desafíos socioeconómicos.
La necesidad de atender a las niñas y niños en situación de vulnerabilidad
Al hacer uso de la tribuna, el diputado Bernabé Aguilar Carrillo destacó que estas reformas permiten atender de manera prioritaria a los niños que viven en zonas de alta marginación. En particular, mencionó que esta iniciativa es de vital importancia para las comunidades indígenas, quienes muchas veces carecen de acceso adecuado a servicios básicos de salud y nutrición.
«Hago un llamado a que este compromiso no quede solo en el discurso. Que este Congreso genere mayores presupuestos, políticas y acciones reales que lleven alimento, salud y esperanza a nuestras niñas y niños, especialmente en las comunidades indígenas», expresó Bernabé Aguilar.
El papel del Sistema Educativo Estatal en la implementación de las reformas
Con esta reforma, el Sistema Educativo Estatal deberá procurar, dentro de sus capacidades presupuestarias, implementar acciones para asegurar la presencia de profesionistas en nutrición en los planteles de educación básica. Esto permitirá mejorar la atención y orientación alimentaria dentro de las escuelas, promoviendo hábitos saludables desde la infancia y creando conciencia sobre la importancia de una alimentación adecuada.
Fomentando hábitos saludables desde las escuelas
El objetivo principal de estas reformas es transformar las escuelas en espacios donde, además de aprender, los estudiantes desarrollen hábitos saludables que contribuyan a su bienestar integral. De esta forma, se busca evitar el crecimiento desmedido de problemas como el sobrepeso y la obesidad infantil, que afectan cada vez a más niños en el país.
La importancia de la alimentación escolar en la prevención de enfermedades
La diputada Flora Leal Méndez fue otra de las voces que defendió las reformas aprobadas, enfocándose en la creciente preocupación por las enfermedades asociadas con la mala alimentación, como la obesidad infantil, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Leal Méndez resaltó la importancia de que los alimentos escolares no solo nutran, sino que también fomenten hábitos saludables. “Es esencial que los alimentos disponibles en los planteles escolares contribuyan a hábitos saludables y a una cultura nutricional sólida. Restringir la publicidad de alimentos no saludables protege la salud de los estudiantes y refuerza los principios de la educación para la prevención desde edades tempranas”, enfatizó la diputada.
Educación nutricional en el aula
Con la reforma, las escuelas se convertirán en escenarios clave para educar a los niños en temas de nutrición y salud. La idea es que, más allá de la alimentación básica, los estudiantes adquieran herramientas para tomar decisiones informadas sobre lo que consumen y cómo sus hábitos alimenticios impactan su salud a largo plazo.
Priorizar la salud en la educación infantil
La reforma también subraya la importancia de crear entornos seguros para los estudiantes, promoviendo programas preventivos que incluyan el acceso a alimentos saludables y recursos educativos sobre bienestar físico y emocional. De acuerdo con la diputada Flora Leal, la prioridad debe ser fortalecer la salud de los estudiantes para asegurar que puedan desarrollarse tanto en lo académico como en lo emocional, brindándoles un entorno adecuado que fomente su bienestar general.
Un paso hacia un Durango más saludable
El Congreso del Estado ha dado un paso significativo en la promoción de una educación integral que prioriza tanto el aprendizaje como el bienestar de los estudiantes. A través de estas reformas, Durango se posiciona como un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden ser una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones, especialmente en las zonas más vulnerables.