El viernes 14 de noviembre de 2025, el teatro Hermila Galindo de Lerdo se llenó de emoción y entusiasmo con la proyección del concierto Mis 40 en Bellas Artes de Juan Gabriel. Este evento marcó un hito en la programación cultural del municipio, siendo una de las actividades destacadas para celebrar el 131 aniversario de Ciudad Lerdo.
Una noche mágica de música y baile
Preparativos para la proyección
Desde tempranas horas, el majestuoso teatro Hermila Galindo se preparó para ofrecer dos funciones especiales del concierto del Divo de Juárez. A medida que el público se fue congregando, la anticipación fue creciente. Cuando comenzó la proyección, los asistentes estallaron en gritos unánimes de emoción: «¡Juan Gabriel!»
Un inicio lleno de energía
El ambiente se encendió cuando Juan Gabriel apareció en pantalla interpretando sus más grandes éxitos, como Querida y Me Nace del Corazón. Los espectadores no dudaron en unirse al cantante, cantando con pasión. A medida que sonaban canciones como Me Gustas Mucho, Caray y Juntos, las luces de los celulares brillaban al ritmo de la música. El público movía sus manos y se sumergía en cada nota.
Un legado de música latina
Canciones que emocionaron a todos
La proyección continuó con una serie de temas inolvidables que hicieron vibrar a los presentes. Canciones como Maria José, Tus Ojos Lindos Mexicanos y Cuando Quieras Déjame pusieron a bailar a los asistentes. Mientras tanto, temas como La Diferencia, He Venido a Pedirte Perdón y Abrázame Muy Fuerte fueron coreados a todo pulmón, tocando las fibras más profundas del público.
El poder de la música de Juan Gabriel
La calidad de la producción, grabada en el emblemático recinto de Bellas Artes, permitió a los espectadores disfrutar de una experiencia única, casi como si estuvieran presentes en el concierto en vivo. La emoción del público se sentía en cada aplauso, en cada grito de alegría, mientras el Divo de Juárez seguía brindando su magia.
Un final lleno de emoción
Despedida entre aplausos
Al culminar la proyección, los espectadores, satisfechos y emocionados, clamaron por un bis. La ovación fue tan fuerte que se sintió como si Juan Gabriel estuviera ahí mismo, frente a ellos. La noche terminó con sonrisas y aplausos, y el público se despidió de este espectáculo histórico con una sensación de haber sido parte de algo realmente único.