Santos Laguna continúa su calvario de derrotas fuera de casa, al caer 2-1 ante FC Juárez en la jornada 6 del Torneo Apertura 2025. Un equipo que mostró momentos de buen fútbol en la primera mitad, pero que, como ya es costumbre, se desmoronó en los últimos minutos, sumando así 23 derrotas consecutivas a domicilio.
El gol inicial de Dájome no fue suficiente
El partido comenzó con esperanzas para los Guerreros, quienes se adelantaron 1-0 en el minuto 11 con un gol de Cristian Dájome. El colombiano, con una definición de calidad, aprovechó un mano a mano frente al arquero rival para darle la ventaja a su equipo. Este gol representaba su tercer tanto en el AP25, pero lamentablemente, no fue suficiente para mantener la ventaja.
Santos Laguna salió con la mentalidad de asegurar el triunfo, pero lo que sigue siendo un tema recurrente en sus presentaciones fuera de la Comarca Lagunera ocurrió: el equipo se desmoronó en los últimos minutos del partido, un patrón de juego que ya está cansando a la afición y que refleja la fragilidad mental del conjunto en condiciones adversas.
Desajustes en defensa: la historia de siempre
A pesar de dominar gran parte del encuentro, el equipo albiverde sufrió una nueva caída frustrante. A los 89 minutos, Ángel Zaldívar empató el marcador para Juárez, y en el minuto 93, Denzell García anotó el gol que selló el 2-1 definitivo. Dos errores defensivos letales, nuevamente reflejando la falta de concentración y la incapacidad para cerrar partidos que han sido una constante en la era de Francisco Rodríguez.
La falta de solidaridad defensiva y el desgaste físico y mental del equipo en los últimos minutos fueron claves para esta derrota. Los jugadores de Santos Laguna mostraron poca resistencia ante la presión de los locales, lo que deja claro que este equipo sigue siendo vulnerable en situaciones claves fuera de casa. La desorganización y los errores individuales no hacen sino agravar aún más la crisis que se arrastra ya por más de dos años.
La racha dolorosa: 23 derrotas fuera de casa
Es difícil de creer, pero Santos Laguna ha sumado ya 23 derrotas consecutivas como visitante en los últimos meses. Esto no es solo una cifra alarmante, es una muestra clara de la falta de preparación y la ausencia de carácter del equipo cuando se enfrenta a la adversidad en terreno ajeno. La estadística es impresionante y pone en evidencia la crisis estructural de un equipo que históricamente ha sido referente en el fútbol mexicano.
La racha de derrotas en partidos fuera de casa sigue siendo uno de los mayores problemas de los Guerreros, un equipo que no ha sido capaz de adaptarse y competir en estadios rivales. No importa la calidad individual de los jugadores, si no tienen la mentalidad fuerte y el trabajo colectivo necesario para cambiar esta situación.
El equipo de Francisco Rodríguez ha demostrado una y otra vez que no sabe manejar la presión fuera de su estadio. Con una plantilla que incluye a jugadores con calidad y experiencia internacional, el hecho de que este equipo siga cayendo una y otra vez en Jalisco, Torreón, y ahora en Ciudad Juárez es inaceptable.
Los cambios no se ven: El equipo sigue sin respuestas
El cuerpo técnico y los jugadores parecen estar atrapados en un ciclo de frustración y errores. En su intento de dar un giro, Rodríguez realizó ajustes y cambios en la alineación durante el partido, pero los mismos errores continuaron. No hay respuesta, y la falta de carácter en la recta final del partido demuestra que el equipo sigue con la misma mentalidad de siempre, fragilizada por un historial de derrotas. El cambio de jugadores y las sustituciones tácticas no están dando los resultados esperados.
La afición ya está cansada: ¿Hasta cuándo más?
La afición de Santos Laguna ya está cansada de ver cómo el equipo, una y otra vez, sufre derrotas humillantes lejos de su estadio. El comportamiento del equipo fuera de casa ya no es una sorpresa; ha llegado a un punto en el que la afición está perdiendo la esperanza y la confianza en que alguna vez las cosas mejoren.
La hinchada albiverde ha sido paciente durante años, pero 23 derrotas consecutivas son simplemente demasiado. En este punto, la pregunta es clara: ¿qué necesita Santos Laguna para romper esta maldición? ¿Es una cuestión de mentalidad? ¿O es una falta de liderazgo en los momentos clave?
