Torreón vivió una noche de color, música y solidaridad con el evento Dance Colors, organizado por la Fundación Te Quiero Ver Feliz. En el icónico Teleférico de la ciudad, unas 250 personas se dieron cita para bailar, divertirse y, sobre todo, sumar su apoyo a niños con discapacidad motriz y parálisis cerebral de la Comarca Lagunera.
Organización con corazón
El evento estuvo encabezado por Ana Paulina Tovar y Lupita Rivas, directoras de la fundación, quienes destacaron la increíble respuesta del público. “Tomando en cuenta que lo anunciamos hace menos de una semana, la respuesta fue muy buena. La gente se unió con entusiasmo y eso nos motiva a seguir”, comentó Lupita Tovar, recordando que cada paso de baile tuvo como inspiración a los pequeños beneficiarios.
Objetivo solidario
La meta principal fue recaudar fondos para acondicionar el área de hidroterapia, un espacio clave para la rehabilitación de los niños atendidos. “Queremos mejorar nuestras instalaciones y seguir brindando atención a quienes más lo necesitan”, señaló Rivas, enfatizando que este es solo el primer paso de varios proyectos que tienen en puerta.
Más allá de un evento
Aunque lo recaudado será destinado a la hidroterapia, la fundación también trabaja para conseguir apoyo en cirugías y tratamientos especializados. Por eso, sus directoras invitan a la comunidad a participar en futuras actividades. “Si no te gusta bailar, quizá te guste correr, o tal vez prefieras donar directamente. Lo importante es sumarte”, añadió Rivas.
Un equipo que transforma vidas
La Fundación Te Quiero Ver Feliz tiene su sede en Heliotropos #52, colonia Torreón Jardín, donde día a día un equipo comprometido brinda terapias y apoyo a decenas de familias. Cada integrante de este proyecto sabe que detrás de cada sonrisa hay una historia de esfuerzo y esperanza.
Llamado a la solidaridad
“Todas las asociaciones civiles dependemos de la unión y generosidad de la sociedad. Les pedimos que se pongan su corazoncito en la etapa de ser feliz para ayudar”, expresó Tovar. El mensaje es claro: cualquier gesto, por pequeño que parezca, puede ser un paso gigante hacia una vida más plena para los niños beneficiados.
Un ambiente único
La noche estuvo marcada por música vibrante, luces de colores y una atmósfera cargada de energía positiva. Los asistentes no solo bailaron, también se contagiaron del espíritu solidario que caracteriza a este tipo de eventos. Muchos aprovecharon para tomarse fotos, compartir en redes y difundir la causa, multiplicando el impacto de la iniciativa.