La ciudad de Durango se prende con todo este fin de semana gracias al arranque del Durango Open 2025, el torneo más electrizante del boliche mexicano.
El mítico Bowl 2000 es el epicentro de esta competencia que trae a los mejores bolichistas del país a desafiar los pins con pura potencia, precisión y estilo.
Un torneo de élite
Son 25 equipos los que se dieron cita para buscar la gloria en un ambiente cargado de adrenalina.
Desde temprano, las chuzas resonaron con fuerza, anunciando que este evento no es cualquier torneo.
Es una batalla entre campeones, entre leyendas y nuevas promesas que quieren dejar su huella en la pista.
Inauguración de alto impacto
El encargado de dar el banderazo fue Rubén Ontiveros Palacio, subdirector del Instituto Estatal del Deporte, quien representó al titular César Omar Cárdenas Reyes.
Pero aquí no hubo tijeras ni cintas. La apertura se dio al más puro estilo bolichero: con una chuza perfecta que encendió el ánimo de todos los presentes.
Así comenzó oficialmente un evento que promete dos días llenos de emoción, técnica y mucho nivel competitivo.
Premios que motivan
Este torneo no solo se juega por el orgullo. Hay premios jugosos que hacen sudar la mano desde el primer tiro.
$50,000 pesos para el equipo campeón.
$15,000 pesos para el mejor jugador individual.
$9,000 pesos para la mejor pareja.
Durango no planea dejarse ganar, y su equipo local ya está mostrando fuerza con cada lanzamiento.
Voces del boliche
El presidente de la Asociación Duranguense de Boliche (Asdubo), Óscar Galván, también está participando en el torneo y no se guardó nada.
“Aquí hay nivel de élite. Muchos de los que compiten han estado en podios nacionales. Durango no solo compite, también forma leyendas”, aseguró Galván.
Sus palabras reflejan la pasión con la que se vive este deporte en el estado y el compromiso de seguir impulsando su crecimiento.
Invitados de lujo
El Durango Open 2025 reunió a la crema y nata del boliche nacional.
Entre los invitados destacan:
Diego García, campeón sub-21.
José Luis Urías, con amplia trayectoria nacional.
David Alanís, especialista en torneos de alto nivel.
Todos ellos llegaron listos para enfrentar a los mejores de Durango como Antonio Alcalde, Gerardo Alcalde, Roberto Alba y el propio Óscar Galván.
La competencia no solo es pareja, es de primer nivel.
Equipos de todo México
Este evento no solo tiene impacto local.
Equipos de Aguascalientes, Sonora, Sinaloa, Monterrey, Chihuahua y Cuernavaca viajaron para ser parte de esta fiesta deportiva.
Cada uno con su propio estilo, estrategias y hambre de triunfo, lo que le da al torneo un sabor nacional y competitivo.
#ElValorDeNuestraGente
Como en cada evento de alto impacto, Durango demuestra su esencia deportiva y su pasión por competir con orgullo.
La presencia de jugadores locales dando batalla frente a los mejores del país, es prueba de que aquí se trabaja en serio y con visión a futuro.
Los duranguenses están sacando la casta para que el trofeo se quede en casa y que el público celebre con ellos.
Domingo de emoción
La segunda jornada de actividades se llevará a cabo este domingo y promete emociones más intensas.
Las finales están cerca y cada lanzamiento puede ser la diferencia entre irse con las manos vacías o con el premio mayor.
El ambiente está al tope y los espectadores siguen cada jugada como si fuera la última.
Apoyo institucional
Este evento fue organizado por la Asociación Duranguense de Boliche (Asdubo), con respaldo del gobierno de Esteban Villegas Villarreal y el Instituto Estatal del Deporte.
La sinergia entre asociaciones deportivas y gobierno sigue dando frutos en la promoción del deporte, y este torneo es un claro ejemplo.
Durango apuesta por el deporte como motor de comunidad, salud y orgullo local.
Orgullo en las pistas
El Durango Open 2025 no es solo un torneo, es una experiencia que refleja el poder del deporte para unir, emocionar e inspirar.
Los bolichistas están entregando el alma en cada juego, mientras el público aplaude, grita y comparte esta emoción en redes sociales.
Este tipo de eventos no solo elevan el nivel competitivo, también refuerzan el sentido de identidad y pertenencia entre los duranguenses.