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Bernabé Aguilar celebra justicia con rostro indígena

Bernabé Aguilar celebra que Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco, sea considerado para presidir la SCJN: un paso hacia la justicia con dignidad.

La historia se reescribe, y esta vez, con dignidad, justicia y el rostro de los pueblos originarios. Así lo expresó el diputado local Bernabé Aguilar Carrillo, al celebrar la posible llegada de Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco, a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Desde la Comisión Permanente del Congreso de Durango, Aguilar no solo respaldó esta histórica posibilidad, sino que la definió como “una victoria colectiva” y un mensaje contundente: la justicia en México también tiene raíces indígenas.

Un paso hacia la justicia social

“Hoy quiero hablarles sobre un paso fundamental en nuestro camino hacia la justicia, la igualdad y la inclusión en México”, dijo Aguilar Carrillo, en un discurso que rompió con los formalismos para convertirse en un llamado al reconocimiento y la transformación del país desde sus bases más profundas.

El legislador de MORENA dejó en claro que el nombramiento de un presidente indígena en el máximo tribunal del país no es solo un cambio institucional, sino una sacudida histórica que podría marcar un antes y un después en la justicia mexicana.

Hugo Aguilar Ortiz: justicia desde la raíz

¿Quién es Hugo Aguilar Ortiz? Un abogado de origen mixteco, nacido en San Miguel el Grande, Oaxaca, cuya carrera fue forjada desde abajo. Su nombre suena fuerte como posible nuevo presidente de la SCJN, y con él, resuena la esperanza de millones de mexicanos que han sido excluidos históricamente del poder judicial.

No llega solo, llega con el rostro de los pueblos que durante siglos han estado fuera del centro de las decisiones”, subrayó Aguilar. Y agregó que este momento no es individual, sino profundamente colectivo, pues representa la lucha, resistencia y dignidad de los pueblos originarios del país.

Representar con dignidad

El diputado duranguense fue enfático: lo que está en juego aquí no es solo una figura jurídica o política, sino un símbolo de cambio profundo. La figura de Hugo Aguilar, aseguró, demuestra que ser indígena en México ya no es sinónimo de exclusión, sino de liderazgo, legalidad y dignidad.

Y eso, en un país donde el racismo y la discriminación siguen siendo barreras reales, es un golpe directo al corazón de las estructuras históricas de poder.

Una Corte que entiende desde abajo

“Hoy celebramos que la Suprema Corte pueda tener, por primera vez, un presidente que entiende la justicia desde abajo, desde el origen, desde la raíz”, expresó Aguilar con orgullo. Porque sí, una cosa es estudiar justicia en los libros y otra muy diferente es vivirla en carne propia, en una comunidad marginada, en un sistema que históricamente ha excluido.

Este cambio de perspectiva no es menor: representa un nuevo enfoque para impartir justicia, uno más cercano al pueblo, a sus necesidades y realidades, y que desafía el modelo tradicional del sistema judicial mexicano.

Una victoria de muchos

Para el legislador, este no es el triunfo de una persona, sino el reflejo de muchas luchas que se han dado por generaciones.
“Este momento también es nuestro”, dijo, “de las abuelas que resistieron, de las mujeres indígenas que alzaron la voz, de los jóvenes que hoy sueñan con decidir”.

En otras palabras, la Corte se vuelve un espejo del México real, no solo de una élite. La inclusión no es solo un discurso político; ahora, también puede ocupar la silla más alta del poder judicial.

México se construye con todos

Aguilar Carrillo cerró su intervención con un mensaje esperanzador y potente:
“La llegada de un indígena a la presidencia del máximo tribunal del país no solo es un símbolo poderoso, sino una afirmación viva de que México se construye con todos y todas”.

Es decir, esta posibilidad abre la puerta para un México incluyente, donde la diversidad no solo se respeta, sino que se integra a la toma de decisiones más importantes del país.

Un hito para la Suprema Corte

De concretarse la designación de Hugo Aguilar Ortiz como presidente de la SCJN, estaríamos presenciando un hecho sin precedentes en la historia jurídica de México.
No solo por el hecho simbólico, sino por lo que podría representar en términos de jurisprudencia con enfoque comunitario, mayor acceso a la justicia para pueblos indígenas, y una transformación de fondo en la relación entre el poder judicial y las comunidades marginadas.

Un mensaje para el sistema

Más allá de partidos, ideologías o regiones, este momento representa una sacudida positiva al sistema judicial. Porque si México quiere ser un país justo, necesita que todos sus órganos reflejen la pluralidad, la historia y la riqueza de sus pueblos.

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