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Fernando Rocha impulsa salud mental para policías

Fernando Rocha Amaro propone reformar la Ley de Seguridad Pública para garantizar atención médica integral y salud mental a policías y custodios.

En un giro que nadie esperaba, pero que todos necesitamos, el diputado Fernando Rocha Amaro, del Partido Acción Nacional (PAN), presentó una iniciativa crucial para reformar la Ley de Seguridad Pública del Estado. ¿El objetivo? Ni más ni menos que cuidar a quienes nos cuidan, garantizando atención médica integral, con especial énfasis en salud mental para policías, custodios penitenciarios y agentes de investigación.

Salud mental: la pieza que faltaba

A ver, vamos al grano. Los cuerpos de seguridad enfrentan a diario situaciones que pondrían a cualquiera al límite: violencia, accidentes, intentos de suicidio, conflictos extremos... Todo esto sin un acompañamiento adecuado puede derivar en estrés crónico, ansiedad, agotamiento y, claro, en un deterioro que no solo afecta a ellos, sino a sus familias y al rendimiento de toda la institución.

Aquí es donde entra en juego la propuesta de Rocha: establecer que el Estado no solo debe exigir valentía y eficacia a los policías, sino también garantizar su salud física y emocional. Porque sí, una policía emocionalmente sana es más empática, profesional y capaz de manejar crisis, lo que impacta directamente en el trato con los ciudadanos.

¿Qué propone la iniciativa?

La iniciativa busca reformar la Ley para que los cuerpos de seguridad tengan derecho a:

  • Atención médica oportuna, integral y constante.

  • Programas de mejora física y emocional dentro de su formación y vida laboral.

  • Acompañamiento psicológico continuo, que les permita procesar las experiencias traumáticas a las que se enfrentan cada día.

En resumen, no se trata de un beneficio extra, sino de una obligación del Estado para garantizar el bienestar de quienes arriesgan su vida por nosotros.

El lado humano de la seguridad

Rocha no se anda con rodeos al afirmar que la salud mental es clave en la efectividad y humanidad del servicio policial. Y tiene razón. Si un policía está estresado, agotado o emocionalmente dañado, ¿cómo esperamos que sea capaz de actuar con profesionalismo y empatía en una situación de crisis? Es más, proteger su salud mental no solo es cuidarlos a ellos, sino también proteger la seguridad y estabilidad de toda la sociedad.

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