Más de 20 mil personas llenaron Paseo Independencia en Gómez Palacio para presenciar lo que fue más que un cierre de campaña: una auténtica fiesta ciudadana naranja. Con banderas al viento, música, porras, abrazos y un mar de entusiasmo, Omar Castañeda, candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia Municipal, dejó claro que su propuesta no es solo política, es una causa social, un movimiento 100% lagunero.
El mensaje de Máynez
El evento fue encabezado también por Jorge Álvarez Máynez, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, quien no se guardó nada: “Los mismos de siempre le han dado la espalda a Gómez Palacio. Esta elección se trata de un cambio real, un proyecto hecho desde abajo, con y para los laguneros. No podemos dejar que el poder siga en manos de los que han saqueado la ciudad”.
Con un discurso directo, Máynez invitó a no confiarse: “Ya ganamos la campaña, pero ahora toca ganar la elección, a punta de votos, el 1 de junio. Porque lo mejor de nuestras vidas está por iniciar”.
Omar: firmeza y agradecimiento
Frente a miles de simpatizantes, Omar Castañeda subió al escenario para agradecer y reafirmar su compromiso. Habló con emoción de su trayectoria y del movimiento que representa: “Este proyecto no se trata de colores, ni de partidos. Es una lucha de décadas, hecha a ras de tierra, por nuestras hijas, nuestros hijos, nuestra gente. Gómez Palacio merece más”.
En un momento especialmente emotivo, agradeció a su madre, Doña Cande, a quien describió como su guía política y moral: “Gracias por enseñarme a hacer política con amor, con escucha, con trabajo de verdad. Todo lo que soy es por ti”.
Contra la corrupción
Castañeda no dudó en señalar que su candidatura representa una ruptura con la corrupción y la extorsión. “O rompemos el ciclo de los políticos de siempre o empezamos una nueva historia con un Gómez Palacio mejor”, dijo contundente. En su discurso también criticó el desvío de recursos del municipio y la figura de las “camionetas blancas”, símbolo de prácticas de poder opacas que, según él, deben quedar atrás.
Un movimiento ciudadano
El cierre no fue solo político, fue un evento ciudadano, una mezcla de mitin y celebración popular. Con banderas naranjas cubriendo el cielo, música local y una energía vibrante, la multitud coreaba “¡Ya ganamos la campaña!” como si se tratara de una final de campeonato. Pero la verdadera competencia está por jugarse este 1 de junio, cuando los ciudadanos decidirán en las urnas.