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Durango reintegra a personas en situación de calle

Más de 60 personas en situación de calle inician su reintegración con apoyo del Gobierno de Durango y centros certificados.

En Durango, las calles dejaron de ser el final del camino para muchas personas. Hoy, gracias al Programa de Atención a Personas en Situación de Calle con Problemas de Adicción, el Gobierno del Estado está escribiendo nuevas historias de esperanza, salud mental e inclusión social.

Más de 60 vidas recuperadas

En su primera etapa, este programa ha logrado canalizar a más de 60 personas en situación de calle hacia centros de rehabilitación certificados, donde actualmente reciben tratamiento integral que incluye atención médica, psicológica y acompañamiento social.

Este proceso es solo el inicio: una vez completada la fase de rehabilitación, los beneficiarios son trasladados a la Casa Hogar "Durango, Nuestra Esperanza", donde se impulsa su reintegración laboral y comunitaria. Se trata de una estrategia completa, estructurada y enfocada en devolver la dignidad a quienes fueron invisibles por años.

Una estrategia interinstitucional

Este logro no se dio por arte de magia ni fue casualidad. Ha sido posible gracias a la acción coordinada de diversas instituciones como:

  • Secretaría de Salud del Estado

  • Instituto de Salud Mental

  • Hospital de Salud Mental Dr. Miguel Vallebueno

  • Protección Civil Estatal

  • Consejo Estatal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones

El secretario de Salud, Moisés Nájera Torres, junto a la directora del Hospital de Salud Mental, Dra. Jessica Andrade Márquez, destacaron el impacto humano de esta estrategia. Han rescatado a personas que llevaban hasta una década viviendo en la calle, sin acceso a servicios, en condiciones de abandono extremo.

Salud mental y adicciones: el corazón del problema

El programa parte de un diagnóstico claro: la marginalidad y la adicción no se resuelven solo con refugios temporales. Se necesita un enfoque integral que atienda las causas profundas: salud mental, redes de apoyo, adicciones y oportunidades reales de reinserción.

Por eso, en lugar de soluciones asistencialistas, se ha optado por una ruta médico-social que transforma condiciones de vida. No se trata solo de sacar a la gente de la calle, sino de darles una razón para quedarse fuera.

Una problemática persistente

Actualmente, se estima que hay alrededor de 300 personas en situación de calle en el estado. Aunque este primer esfuerzo representa apenas una parte del total, el avance es significativo. Demuestra que es posible pasar del abandono a la acción, del olvido institucional a la intervención con rostro humano.

Reintegrar es reconstruir

Cada persona que inicia su proceso de reintegración representa una victoria social y humana. Estas historias ya no son solo cifras; son hombres y mujeres que recuperan su voz, su salud y su derecho a soñar.

Desde la Casa Hogar "Durango, Nuestra Esperanza", se abren nuevas puertas. Allí, los beneficiarios acceden a espacios de capacitación, acompañamiento psicológico continuo y apoyo para su reinserción laboral. El objetivo es claro: reconstruir autonomía, sentido de vida y arraigo social.

El compromiso del Gobierno Estatal

El Gobierno del Estado ha sido claro: no se puede hablar de bienestar sin atender la salud mental y la marginación. Con este programa, se refrenda un compromiso firme con quienes han sido excluidos. Se apuesta por una política pública que pone a las personas al centro.

Un modelo que inspira

El modelo duranguense puede y debe servir de ejemplo. Porque no solo responde con eficiencia, sino con empatía, profesionalismo y resultados. Y en una época en la que muchas veces se ignora la problemática de las personas sin hogar, esto es una declaración de humanidad.

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