Cuando el fuego amenaza con devorar la riqueza natural de Durango, el Gobierno del Estado responde con fuerza y estrategia. En el municipio de Tepehuanes, un incendio forestal afecta a las comunidades de Lobos y Pescadores, y la respuesta no se ha hecho esperar. Más de 100 brigadistas, entre estatales, federales y voluntarios, trabajan sin descanso para contener y liquidar las llamas que han afectado ya alrededor de mil 600 hectáreas.
La Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (SRNyMA), liderada por Claudia Hernández Espino, coordina las labores en conjunto con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), autoridades municipales y brigadas voluntarias, en una demostración clara de que la unión hace la fuerza.
Brigadistas en acción: una fuerza unida contra el fuego
Los esfuerzos de combate están repartidos entre múltiples células de CONAFOR —como El Halcón, Las Escobas y Bagres— así como brigadas estatales con nombres que reflejan su espíritu combativo: Salpica El Agua, El Tarahumar y Bonos El Tarahumar.
Este equipo multidisciplinario y comprometido está haciendo maniobras para sofocar el incendio que, aunque aún solo tiene un 10% de control, muestra avances significativos gracias al esfuerzo constante.
Coordinación municipal: pieza clave
La colaboración con el municipio ha sido fundamental para el manejo efectivo de la crisis. Hernández Espino destacó la labor de la presidenta municipal de Tepehuanes, Marisela Corral, quien ha estado siempre atenta y activa en el proceso de atención y prevención.
Esta coordinación garantiza no solo la contención del incendio, sino la preparación para evitar futuros siniestros en una región con condiciones climáticas que aumentan la vulnerabilidad.
Contexto y cifras: temporada crítica
La temporada de incendios forestales en Durango ha sido desafiante. Hasta ahora se han registrado 292 incendios que han afectado un total de 60 mil 639 hectáreas. En Tepehuanes, antes de este gran incendio, solo se habían registrado tres siniestros con un daño acumulado de 44.5 hectáreas.
El principal enemigo detrás de estos fuegos es el estrés hídrico en los bosques, agravado por altas temperaturas y vientos fuertes que dificultan las labores de combate.
Tecnología y recursos a disposición
Para hacer frente a esta emergencia, el Gobierno del Estado mantiene 13 brigadas propias activas y ha solicitado siete más ante CONAFOR. Además, cuenta con dos helicópteros equipados para intervenir en incendios de alta complejidad, garantizando una respuesta rápida y efectiva para proteger los bosques y la biodiversidad de Durango.
Un compromiso con el patrimonio natural
Más allá de apagar las llamas, estas acciones reflejan un compromiso firme con la preservación del medio ambiente y el patrimonio natural que forma parte esencial de la identidad duranguense.
La coordinación interinstitucional y el esfuerzo conjunto de brigadistas y voluntarios muestran que, cuando se trata de cuidar el entorno, Durango no baja la guardia.