En una tarde cargada de emoción, entrega y arte taurino, el matador Arturo Gilio se consolidó como el gran triunfador del festejo celebrado en la emblemática Plaza de Toros “Alberto Balderas” de Ciudad Lerdo, cortando tres orejas y dejando una huella imborrable en el corazón de los aficionados. La plaza lució un lleno total, con un ambiente vibrante y clima ideal que acompañó una tarde de auténtica fiesta.
Lleno total en la plaza
La Plaza del Romance, como también se le conoce a este coso taurino, vivió una tarde de gloria con tendidos repletos de aficionados que no quisieron perderse este evento de la tauromaquia en tierras lerdenses. La afición lagunera, entregada de principio a fin, vibró con cada pase, cada quiebro y cada estocada, en un festejo que quedará en la memoria.
El festejo fue una combinación de rejoneo y lidia a pie, con toros de dos ganaderías de renombre. Para el rejoneador, se lidiaron astados de la ganadería Julio Delgado, mientras que los toros para la lidia ordinaria fueron de Bernardo de Quirós, destacando el segundo del encierro por su bravura y calidad, lo que le valió el premio de arrastre lento.
Ficha técnica del evento
Ganaderías
Julio Delgado: para rejoneo, toros de buen juego, nobles.
Bernardo de Quirós: destacando el segundo toro, bravo y con transmisión.
Toros lidiados
2 toros de Julio Delgado (rejones).
2 toros de Bernardo de Quirós (lidia ordinaria).
Resultado artístico
Guillermo Hermoso de Mendoza: Oreja / Palmas.
Arturo Gilio: Dos orejas / Una oreja.
El rejoneador abrió plaza
Hermoso de Mendoza: elegancia y temple
El cartel fue encabezado por el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, quien abrió plaza con un toro que le permitió lucirse en las banderillas y colocar una estocada certera, ganándose una merecida oreja. En su segundo turno, el toro ofreció menor colaboración, pero aún así, Guillermo dejó destellos de su técnica, siendo ovacionado con palmas por su entrega.
Gilio se lleva la tarde
Primera faena: inspiración pura
El joven matador Arturo Gilio, uno de los nuevos rostros del toreo mexicano, cautivó al público con una faena de altos vuelos en su primer toro, Mi Hugo, un astado de 475 kilos que se prestó para el lucimiento. Gilio conectó de inmediato con el tendido con una faena intensa, inteligente y de gran expresión artística. La estocada fue certera, y el público pidió las dos orejas, mientras que el toro fue reconocido con el arrastre lento, premio reservado para ejemplares excepcionales.
Segundo toro: remate triunfal
En su segunda intervención, Arturo mantuvo el nivel con una faena sólida y valiente, destacando series de derechazos templados y naturales con profundidad. La colocación de la espada fue nuevamente efectiva, lo que le permitió cortar una oreja más y cerrar la tarde con un total de tres trofeos, saliendo en hombros del coso ante el aplauso unánime.
Reconocimiento a “Mi Hugo”
El toro “Mi Hugo”, segundo del encierro de Bernardo de Quirós, fue merecidamente premiado con el arrastre lento, distinción que resalta su bravura, clase y calidad en la embestida. La nobleza y repetición de sus acometidas permitió a Gilio construir una faena completa, que fue reconocida por el público y autoridades.
Ambiente de fiesta
La combinación de toros bien presentados, una plaza completamente llena y el talento de dos grandes toreros, generó un ambiente único. La afición de Lerdo respondió con entusiasmo, y no faltaron los gritos de “¡torero!” y las pañueladas blancas que ondearon en los tendidos para exigir justicia ante faenas de nivel.
