Un total de 9 meses, dando resultado a 270 días; lo que para una embarazada es un proceso de gestación. Este tiempo es el que ha pasado desde la última vez que hubo lucha libre en alguna arena de la Comarca Lagunera.
Desde entonces con la llegada de la pandemia mundial, el caos que generó el Coronavirus y sus tristes finales, que a la postre perjudicaron actividades de toda índole, el deporte de la lucha libre, fue una actividad que hasta ahorita sigue cobrando facturas y evitando tal actividad, ya que es un deporte de contacto y donde las arenas arrastran multitudes de aficionados.
En la mayoría de los casos los gladiadores nativos de la región lagunera son dedicados en su mayoría a este hermoso deporte. Con la cancelación de las funciones de lucha libre que se tenían acostumbradas jueves, viernes sábados y domingos, quedaron totalmente prohibidas por las autoridades y el sector salud, para salvaguardar a los aficionados y los luchadores que forman parte de esa vida deportiva.
Han pasado largos y eternos nueves meses donde promotores, luchadores, vendedores, aficionados y el resto de las personas que le dan vida a una función de lucha libre, se han quedado con las ganas de volver a contar con estos escenarios, y todo parece que se alargará un poco más, ya que este deporte será de los últimos en regresar a la normalidad, al menos en la Comarca Lagunera.
¿Cuándo vuelve la lucha? ¿Para cuándo abren?, Ya queremos ir a la arena, ¿Cuándo volvemos a trabajar? Son las mismas preguntas que todo el gremio se ha hecho una, otra y otra vez por los lugares donde coinciden.
Es de todos bien sabido que algunas zonas de México ya existen la actividad del pancracio con sus debidos protocolos y a un 30 a 40 por ciento de la capacidad de cada inmueble o inclusive a puerta cerrada o en auto luchas. CDMX y el Estado de México son algunas de las zonas que ya tiene actividad para sus aficionados y que poco a poco el tema económico camine para los elementos.
Al ser Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango ciudades con semáforo en rojo, difícilmente llegará este 2020 alguna función de lucha a la región. Hasta se da a pensar que tendrá que pasar un tercio del 2021 para que la situación mejore y se pueda considerar alguna función presencial bajo sus protocolos de higiene.
Solo el que carga el morral le sabe su contenido. Uno no sabe si está lleno, semivacío o completamente vacío. Así es la vida del luchador actualmente. Algunos se han mantenido en esta pandemia con la venta de productos oficiales en línea (playeras, máscaras, tazas, calcas, souvenirs). Mientras que otros se dedicaron a realizar otros oficios para poder sacar adelante a sus familias.
Lo que sí está claro que un lagunero nunca se rinde. En este momento no importa si son rudos o técnicos. La vida económica del gladiador sigue en números rojos, es por eso que los castigos, las llaves, los vuelos y todo el espectáculo que nos regala la lucha libre tendrá que esperar algunos meses más. ¿Cuánto? no se sabe, pero si el tiempo necesario hasta que esta horrible pesadilla concluya de manera definitiva para volver a vivir las emociones que nos regala la bendita lucha libre.